Noviembre es considerado el mes más importante para la infancia, ya que en este mes la ONU aprobó la Declaración de los Derechos del Niño en 1959. Aunque esta declaración no era suficiente para proteger los derechos de la infancia, dio paso para que se negociara con gobiernos de todo el mundo, así, tras diez años de debates, se logró acordar el texto final de la convención sobre los derechos del niño, el 20 de noviembre de 1989, cuyo cumplimiento es ahora obligatorio para todos los países que la han firmado.
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El objetivo principal de esta fecha es recordarle al mundo que los niños y niñas tienen derecho a la salud, la educación y la protección, independientemente del lugar del mundo en el que hayan nacido. Esta conmemoración tiene el propósito de enaltecer a todas esas personas que son protectoras de la infancia y que reconocen las necesidades de los niños y niñas de su entorno.
La definición y celebración de este día nos ofrece un punto de partida para llevar a cabo medidas que defiendan y promuevan los derechos de los niños a través de diálogos y acciones que construirán un mundo mejor para los menores. Lamentablemente, el camino aún es largo; después de 31 años de conmemorar esta fecha, los derechos de los niños aún se ven vulnerados en diferentes escenarios.
Como un llamado para unos, y agradecimiento a los suyos, Sara Saldarriaga Zambrano, estudiante de primaria, expresó: “Nosotros los niños tenemos necesidades fundamentales como la alimentación y la educación, pero la más importante es el amor y el cariño. Le agradezco a mis padres y a los docentes por estar a mi cuidado, por respetarme y darme el amor que necesito cada día”.
El Colegio de la Universidad Pontifica Bolivariana, en su compromiso con la promoción de hábitos, prácticas y dinámicas que potencien el bienestar y garanticen los derechos de la infancia, reitera que: “Todos los niños y niñas del mundo son valiosos y tienen deberes y derechos, uno va de la mano del otro porque no podemos quedarnos solo viviendo derechos, hay que cumplir lo deberes como ciudadanos, patriotas, miembros de una familia, de una comunidad y de un Colegio, porque de esa manera serán adultos equilibrados. La niñez se debe vivir con alegría, entusiasmo, con juego, diversión y deporte. Como niños bolivarianos los invito a vivir los valores que todo ser humano debe tener”, manifestó Victoria Eugenia Velásquez, líder de Ética y Valores y Religión.
Agencia de Noticias del Colegio de la UPB