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Agencia de Noticias Colegio.
Isabela Muñoz García y María Alejandra Pulgarín Muñoz del grupo 11°12, investigan la implementación de un dispositivo regulador de sonido en la sede Medellín.
Según la organización Parques Alegres, la contaminación auditiva o acústica se presenta al estar expuesto a grandes niveles de ruido o sonido que son dañinos para la salud. Como su nombre lo indica, afecta principalmente el bienestar auditivo. Esta contaminación tiene que ver mayormente con el ruido o sonido que se genera en el ámbito público causados por fenómenos tales como el tráfico, las bocinas de los vehículos, obras públicas, actividades de aviones, entre otros.
Conozca más sobre la contaminación auditiva
El objetivo principal de las investigadoras escolares es implementar un dispositivo regulador de sonido basado en tres colores, los cuales son: verde, cuando el nivel de sonido es adecuado; amarillo, indica que el nivel de sonido está subiendo un poco; y rojo, significa que el ruido ya está muy fuerte. “Este tipo de dispositivos ya existen. A diferencia de otros, nosotros lo desarrollaremos con colores. También buscamos generar conciencia para que la comunidad educativa entienda las consecuencias de esta problemática”, comentó María Alejandra Pulgarín.
Isabela Muñoz explicó que, la idea surgió cuando ella y su compañera de estudio identificaron los altos niveles de sonido que se dan en el Colegio de la Universidad Pontificia Bolivariana, a partir de esto vieron la necesidad de ayudar a los estudiantes que están siendo afectados. “Nuestro proyecto se centra en la básica primaria que va de 1° a 5°, ya que allí se genera un poco más de ruido por la edad de los niños y eso les puede ocasionar problemas psicológicos y físicos”.
En datos de estudios realizados en países de ingresos medianos y altos y analizados por la OMS se desprende que casi el 50% de los adolescentes y jóvenes de 12 a 35 años están expuestos a niveles perjudiciales de ruido por el uso de aparatos de audio personales y que alrededor del 40% están expuestos a niveles de ruido potencialmente nocivos en lugares de ocio. Un nivel perjudicial de ruido puede ser, por ejemplo, la exposición a más de 85 decibelios (dB) durante ocho horas o 100 dB durante 15 minutos
Diego Fernando Orozco Quintero, docente del Área de Matemáticas y asesor de la investigación, explicó: