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Estudiantes crean un abono orgánico con cabello humano

Disponible en:Marinilla28 sep. 2018

 

 
De izquierda a derecha: Ximena Gallego Hincapie, Sara Acevedo López y Maria Paula Valencia Marín.

De izquierda a derecha: Ximena Gallego Hincapie, Sara Acevedo López y Maria Paula Valencia Marín.

 

Las escolares Sara Acevedo López, Ximena Gallego Hincapié y María Paula Valencia Marín del grado décimo, adelantan un proyecto de investigación titulado AGASCACU, acrónimo de Agricultura-Astros –Cabello-Cultivo, en el marco de la Cátedra de Investigación de la Sección Marinilla.

Basándose en investigaciones previas y en las orientaciones de la docente de Lengua Castellana e Investigación, Yaquelín Echeverri Echeverri, las jóvenes propusieron la creación de un abono a base del extracto residual del cabello mediante la destilación, teniendo en la cuenta los ciclos lunares.

El cabello se compone en dos partes: la raíz y el cuerpo, además está compuesto por grandes componentes los cuales son: 51% de carbono, 21% de oxígeno, 17% de nitrógeno, 6% de  hidrógeno y 5% de sodio y queratina. Estos son componentes que traen muy buenos beneficios a la bonificación de los cultivos”, aseguró Sara Acevedo.

 

 
Abono con Cabello

 

“El cabello humano es un gran fertilizante debido a que estimula la actividad de las bacterias en la tierra evitando la aparición de maleza y reduciendo así el uso de pesticidas, por lo que resulta muy útil para los agricultores ecológicos”, comentó Ximena Gallego, en la exposición de este trabajo en la Tercera Feria de Investigación escolar, realizada el miércoles, 12 de septiembre de 2018, en Medellín, donde los estudiantes de Marinilla participaron activamente.

Con este proyecto las estudiantes buscan favorecer a las comunidades de agricultura ecológica y autosostenible del Oriente antioqueño, pero primero se busca su implementación en la huerta escolar del Campus Marinilla para comprobar su efectividad según las condiciones climáticas y astrológicas.

Para María Paula Valencia, investigadora del tema mencionado, la unión de ambas sedes entorno a la puesta en común de los trabajos de investigación representa una ventaja: “Es una forma de relacionarnos con los estudiantes de Medellín. Podemos observar las ideas de los otros y contemplar la unión con otros proyectos para generar nuevas ideas”.

Según Yaquelín Echeverri los procesos del Colegio en Medellín y Marinilla mantienen una línea epistemológica común: “Se podrían fomentar espacios para socializar y compartir experiencias particulares que viven los grupos, ya que Medellín y Marinilla tienen contextos distintos y las líneas de trabajo se ven condicionadas por estos”.

El proyecto se encuentra en su fase de ejecución, las estudiantes están en el proceso de elaboración del abono. En total son 89 proyectos de las cinco áreas currículares adscritas a la Cátedra de Investigación que se adelantaron en el segundo semestre de 2018.

Periodista: Santiago Serna Lopera.

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