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Con su bagaje laboral entre libros y tecnología, ella infiere que este es un espacio donde se aprende de forma autónoma, además opina que la tecnología es lo que está movilizando el desarrollo de la sociedad, por lo tanto, se está planteando la llegada de una cuarta revolución industrial y las bibliotecas deben prepararse para eso.
La bibliotecóloga Jenni, como la comunidad la llama, empezó a reconocerse frente a la investigación desde hace siete años alrededor de la lectoescritura, porque desde que terminó su pregrado en la Universidad de Antioquia en 2015, ha estado indagando sobre la lectura y el reconocimiento de los derechos en las bibliotecas, a través de una especialización en pedagogía y didácticas en la Universidad Católica de Oriente.
Para continuar con su formación profesional decidió participar de eventos y seminarios en Bogotá, Argentina y Manizales, donde pudo exponer en varias ponencias académicas su tema de investigación alrededor de la lectura; más tarde tuvo la oportunidad que le publicaran un artículo en una revista investigativa de la Universidad Católica de Manizales llamado: “Importancia de la formación ciudadana en el currículo universitario”; ese fue realizado por un grupo multidisciplinario con integrantes de universidades de México y Colombia, donde pudo aprender que el conocimiento es compartido.
En el 2019 fue asesora de investigación de unos jóvenes que decidieron indagar sobre: Cómo los videojuegos afectan el desempeño académico de los estudiantes, donde Jenni los ayudó a descubrir cuáles eran las metodologías que se asociaban más con su tema de búsqueda.
Este acompañamiento dejó muchos aprendizajes en Jenni, por eso afirma que la educación actual no es unidireccional, porque siempre hay algo que aprender de los estudiantes, y por supuesto ellos de los maestros. Agrega que la investigación tiene un reto pedagógico puesto que debe cautivar y enganchar, y en la biblioteca también se puede lograr, pues ellos escudriñan por medio de los procesos aplicados el sentido de investigar para la vida.
Esta mujer nunca olvida que la clave de un buen orientador, maestro o asesor es el carácter humano y la empatía con sus estudiantes, y esto se facilita gracias a una comunicación asertiva para que ellos entiendan e interioricen las instrucciones aprendidas. Para trabajar estas cualidades Jenni quiere dedicarse a la docencia investigativa de tiempo completo; por ahora es la líder de bibliotecas escolares en Medellín y Marinilla, y estudia tecnología en desarrollo de software en el ITM (Instituto Tecnológico Metropolitano).
Agencia de Noticias Colegio de la UPB