Agencia de Noticias - Colegio de la UPB. El inicio de un nuevo año escolar viene acompañado de nuevos retos y saberes, además inician los hábitos educativos de los estudiantes.
Es por ello la importancia de evidenciar el papel fundamental que cumplen las familias en el desarrollo de este proceso, puesto que aportan a la apropiación de hábitos de estudio acompañados de habilidades organizativas.
Los hábitos de estudio suelen inculcarse desde los primeros años de vida de los niños, la presencia de los padres es indispensable en este proceso ya que estos cuentan como educación para el resto de la vida.
Por su parte, Santiago Álvarez Marín, psicólogo de Bienestar Universitario de la UPB, expresa que para encontrar buenos hábitos de estudio es importante saber identificar la forma en que mejor se adquiere el aprendizaje, esto se puede hacer a través de estrategias visuales, verbales o auditivas. Luego de identificar y elegir alguna de estas, implementar las siguientes acciones podrán facilitar el proceso:
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Aplicar la lectura en voz alta.
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Subrayar textos.
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Explicarle a alguien más el tema o grabarse dicéndolo.
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Elaborar de mapas conceptuales.
Es fundamental la necesidad de llevar rutinas para que el cerebro se organice y establezca prioridades. Cuando falta una rutina es común que se evidencie un desorden que impide el proceso académico.
Es importante que desde muy niños se empiece a establecer un cronograma y poder interiorizar lo que va a beneficiarlo a futuro.
La influencia de los hábitos de estudio en el proceso de aprendizaje tiene una relación directa, cuando no se establecen rutinas claras se producen muchas falencias aun cuando el estudiante no tenga ninguna dificultad cognitiva.
Los hábitos de estudio que se podrían implementar para el proceso educativo, según el experto, son:
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La planificación y la organización: dedicar tiempo a planificar la semana de estudio con anticipación, utilizar el calendario, agendar fechas límites y dividir las tareas.
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Ambiente de estudio: crear un ambiente libre de distracción con buena iluminación, espacios cómodos y libre de ruidos.
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Técnicas para tomar apuntes: no dejar todo a la memoria, desarrollar un sistema de resumen, esquemas, mapas conceptuales, entre otros.
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Descansos estratégicos: establecer pausas puntuales cada 25 a 30 minutos, con 5 o 10 minutos de permanencia para que se pueda volver a conectar fácilmente con la actividad.
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Revisión activa de pruebas prácticas: consultar conceptos, practicarlos de manera constante y usar tarjetas de memoria para apropiarlos.
“La aplicación de los hábitos de estudios es clave porque permite adaptarnos a los desafíos de lo académico y del aprendizaje en general, es una fuente muy importante no solo para el contexto educativo sino para la vida”, finaliza Santiago Álvarez Marín.
Por: Maruen Meza Rocha - Agencia de Noticias del Colegio UPB