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La comunidad educativa celebró el viernes, 3 de mayo, en cada sección y jornada, Eucaristías que tenían como fin alabar la fiesta de la Resurrección de Cristo. Por medio de estas y una actividad realizada en cada grupo, se buscaba unir los lazos fraternales, fortalecer la vida propia, la del otro y potenciar el valor de ser Bolivariano.
La palabra Ágape, según el Diccionario Teológico, proviene del griego y hace referencia al amor incondicional y reflexivo, donde el que ama, sólo tiene en la cuenta el bien del otro. El Ágape Pascual se celebra a fin de reconocer ese amor por el que Dios entregó a su único hijo para bendecir a la humanidad con la salvación.
Como institución que vela por la formación integral de los escolares, teniendo como precedentes los valores del Humanismo Cristiano, cada grupo tuvo la oportunidad de compartir alrededor de un Ágape Pascual, que buscaba por medio del pan y el vino (bebida no alcohólica) revivir la cena y último encuentro que el Señor tuvo con sus doce discípulos antes de la crucifixión. La actividad tenía como objetivo enseñar y entregar un mensaje de amor y unión fraternal por medio del cuestionamiento: ¿Cómo Dios ha tocado mi vida?
En las Eucaristías se resaltó el valor de la Pascua como la fiesta de las fiestas; un momento para celebrar que Jesús ha resucitado y que con su claridad logra iluminar la vida y el camino de la comunidad educativa. Tres signos llenaron de sentido los eventos realizados en cada sección y en el Templo Universitario Nuestra Señora del Santísimo Sacramento: el Cirio Pascual, el pan y el vino.
El Presbítero José Javier Jaramillo Gómez expresó durante su homilía a los estudiantes de Preescolar – Primaria la importancia de celebrar en comunidad la Pascua del Señor; reconocer que con su Resurrección se está avivando la felicidad y se está reviviendo el mensaje de amor que Éste dejó en su paso por la tierra. Por otra parte, el Pbro. Juan Camilo Restrepo Tamayo, en la sección Bachillerato, dio un discurso que engrandeció la verdadera renovación que comienza desde el corazón y desde la conciencia.
Los capellanes aprovecharon la oportunidad para explicar la función y valor del Cirio Pascual, como la Luz de Cristo que ilumina la oscuridad y marca el inicio y fin de la vida.
Desde el ámbito religioso, el plantel se encuentra realizando durante el mes de mayo, un homenaje a la Madre por excelencia: la Virgen María; para ello se realiza la oración del Ángelus diariamente al mediodía.
Fortalecer la vida espiritual de los escolares es esencial para su formación integral, por ello, se busca que el Colegio desde todos sus frentes irradie luz, para eliminar así aspectos viejos y alumbrar nuevos caminos en conjunto con la Iglesia para crear lazos de fraternidad que logran eliminar lo viejo que hay y alcancen a alumbrar nuevos caminos. El plantel se prepara ahora para el tiempo de Pentecostés, durante el cual se realizarán actividades enfocadas a exaltar el mensaje del Espíritu Santo en la vida de los niños, niñas, jóvenes y adultos.
Por: José Luis Tapias Ferrer – Agencia de Noticias Colegio de la UPB
Correción de estilo: Cristian Camilo Zapata Mesa - Comunicador Social de la UPB