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Estudiantes, docentes y administrativos de la Universidad Pontificia Bolivariana y su Colegio, participaron en la Misión Pastoral: “Un sueño llamado Jesús”, que este año benefició a la comunidad de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, en el barrio Manrique, zona nororiental de Medellín.
Con un grupo de 26 misioneros, el Colegio de la UPB emprendió su camino hacia ese sector de la ciudad con una meta fija: llevar a otros el Evangelio y compartir con ellos la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. La actividad dio a todos los participantes, incluida la del sector, la oportunidad de disfrutar en comunidad el gozo de compartir en torno al Humanismo Cristiano.
Durante la semana se realizaron diferentes actividades, entre ellas, las celebraciones del Triduo Pascual, algunos talleres lúdicos con niños y jóvenes y jornadas de evangelización con la población adulta; el Coordinador de Pastoral, Rubén Darío Escobar Tamayo, destacó que la unión con la comunidad y la pastoral de la parroquia fueron innegables:
El Plan de Desarrollo Institucional invita a la vinculación con las parroquias y obras benéficas que mejoren la calidad de vida de la sociedad, por ello, las misiones pastorales que se realizan cada año se convierten en una experiencia que ayuda a sensibilizar, que imparte humanidad y aporta así al cumplimiento de los objetivos que tiene la Universidad Pontificia Bolivariana y la formación integral de los escolares.
"Un sueño llamado Jesús", es el lema y plan de trabajo propuesto por la Delegación Arzobispal para la Pastoral Juvenil e Infantil de la Arquidiócesis de Medellín, el cual fue decidido tras el mensaje brindado por el Papa Francisco en la Semana Mundial de la Juventud 2019, en el cual decía que: “Dios nos ha tatuado un sueño llamado Jesús”.
Emmanuel Atehortúa Mejía, del grupo 10°04 y quien formó parte del equipo de trabajo por primer año, afirmó que la Misión Pastoral: “Es una oportunidad para conocer al otro, hacerlos también parte de nuestra vida y ayudarle a quien más lo necesita; es grato tener estas experiencias, porque la sensibilidad no se debe perder”.
En la jornada, a parte de las actividades ya mencionadas, también se dieron a las familias del barrio 120 mercados que fueron recolectados con todos los estudiantes durante la Cuaresma. La formación integral de los estudiantes y el impacto social de sus acciones en la comunidad, también hacen parte del proceso formativo que el Colegio de la UPB tiene presente. De ahí la importancia y el reconocimiento que amerita la acción misionera que se imparte en los escolares.
Por: José Luis Tapias Ferrer – Agencia de Noticias Colegio de la UPB
Corrección de estilo: Camilo Zapata Mesa - Comunicador Social Colegio de la UPB