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Agencia de noticias - Colegio de la UPB. La historia de Miguel Ángel Arroyave Giraldo es un testimonio de lucha, resiliencia y milagro. Todo comenzó en 2023 con una tos persistente que no cesaba. A pesar de los tratamientos iniciales, las crisis se intensificaban hasta el punto de alterar su ánimo, limitar su movilidad e incluso dificultarle actividades tan cotidianas como subir las escaleras.
El diagnóstico fue complejo, un trombo en el ventrículo izquierdo (cámara de bombeo) de su corazón, lo que le impidió caminar y hablar. Su vida cambió por completo cuando el 16 de enero de 2024 recibió un transplante de corazón.
Durante su hospitalización, Miguel Ángel le pidió a su mamá arepas de queso, pues quería comer algo casero, y al día siguiente ya las estaba vendiendo en el hospital. Dijo: “Mami, yo no me puedo quedar aquí acostado con las manos cruzadas, tengo que hacer algo”. Así nació su emprendimiento Arepas de Corazón “Sabor que llega al alma”, que aún continúa, y que le ayuda a cubrir sus gastos médicos y de transporte.
La comunidad educativa del Colegio de la UPB fue un pilar durante todo el proceso. Su madre lo describe con una sola palabra: Humanidad. El acompañamiento de los docentes, compañeros y administrativos fue constante, lleno de amor y unidad.
Volver al Colegio fue una experiencia profundamente emotiva para él. Regresar a sus rutinas, ver a sus profesores, compañeros y retomar actividades que antes parecían imposibles, le devolvieron la alegría.
Desde su recuperación, Miguel ha participado en diferentes actividades del Colegio y la Universidad, incluyendo un evento muy especial, el cual fue hablar junto al rector de la Universidad Pontificia Bolivariana el padre Diego Marulanda Díaz en el Reporte de Sostenibilidad. En este espacio, compartió su visión sobre la regeneración y la importancia de construir un mejor ambiente no solo para los jóvenes, sino también para inspirar a los adultos.
Hoy en día, Miguel Ángel se siente cada vez más fuerte y feliz. Agradece a diario por el cariño de sus profesores y compañeros, y aunque continúa bajo control médico cada tres meses, su estado de salud mejora constantemente.
“Soy un milagro de vida”, dice con orgullo, y su historia es, sin duda, un poderoso recordatorio de que la esperanza, el amor y la solidaridad pueden transformar incluso los momentos más difíciles en una oportunidad para volver a vivir. Como lo describe Clara Ochoa, coordinadora de Preescolar y Primaria: “Miguel sigue siendo un ejemplo de resiliencia, de fortaleza, de agradecimiento. Nunca se le ha visto renegar por su situación. Su corazón de niño nos enseña a diario que todo es posible si se hace desde el amor y la constancia”.
Tomás Quintero, amigo de Miguel Ángel lo describe como un símbolo de esperanza, alegría y generosidad. “Para mí, la palabra que mejor lo define es la resiliencia. Es muy emocionante tenerlo de vuelta en el salón y nos recuerda lo importante que es el valor de la vida”.
Miguel Ángel, hoy con una nueva oportunidad en sus manos, comparte su historia con una madurez conmovedora. A otros niños que están pasando por situaciones difíciles de salud les deja un mensaje: “Puedes llorar, eso está bien, solo nunca te des por vencido”.
Por: María Camila Serna Cardona - Agencia de Noticias del Colegio de la UPB