El pilo que quiere participar en la revolución del agro

Daiver llegó a Ser Pilo Paga por medio de sus resultados del Icfes, en el cual quedó de cuarto en su colegio la Institución Educativa Colegio Loyola para la Ciencia y la Innovación, donde le informaban que podía participar en la convocatoria del programa. “Apenas vi el resultado, les conté a mi papás y se pusieron muy felices, porque aunque vivimos en un barrio que podría decirse es bueno, no tenemos la plata para pagar una universidad privada y a duras penas podríamos pagar la pública, entonces mis papás se pusieron muy alegres”, recuerda Daiver.

A pesar de estudiar ahora Ingeniería en Nanotecnología, Deiver nunca había escuchado de esa carrera hasta un día que la Alcaldía de Medellín llegó a su colegio regalando pines de la UPB, sin embargo, para ese entonces, los resultados de Ser Pilo Paga no habían salido, así que no sabía si se podía presentar a una universidad privada. Igual, aprovechó la oportunidad de ya contar con el pin y se presentó a la Bolivariana. “De las privadas la que más me gustaba era esta, porque había estado el año pasado en Vive UPB y me llamaron la atención varias carreras que vi, pero no tenía ninguna decidida”, expresa Daiver.

Su primer choque con la vida universitaria fue el social. “Mi colegio tiene muy pocos estudiantes entonces estaba acostumbrado a que todo el mundo me conociera y que yo conociera a todos, aquí en cambio uno es nadie. Es como cuando uno pasa de quinto de pr imaria a sexto de bachillerato, pasas de ser el mayor a ser el menor, es empezar de nuevo”, dice Daiver. Sin embargo, lo académico no fue tan complicado, ya que, al ser su colegio destacado académicamente, logró acoplarse muy bien a la metodología de la universidad. “Tengo amigos en otras universidades que tiene mucha presión académica, pero aquí no me parece que sea así, siempre tengo tiempo para estudiar y para salir con mis amigos, no sé si es porque soy muy organizado con mi tiempo, pero me siento tranquilo, a mi ritmo. De pronto si he sentido alguna presión ha sido a final de semestre en finales”, afirma Daiver.

Este pilo de 16 años tiene muy clara sus opiniones frente al sistema educativo colombiano. Por una parte, desde una visión subjetiva, se dice ser muy de buenas, porque salió del colegio y ahí ya estaba el programa para poder estudiar en la universidad y además, casi de gratis. Por otro lado, desde una posición más objetiva, piensa que estos programas son algo que se estaban tardando en aparecer, ya que la educación es un derecho de todos y no solo para unos cuantos que se ganen ese derecho. “Soy muy de buenas pero admito que es algo que no debería darse en estos momentos, sino desde hace mucho antes, que todos deberíamos tener ese acceso a la educación”, dice Deiver.

En el futuro le gustaría dedicarse a la parte de la agroindustria aportando desde la nanotecnología, ya que la agricultura y la agroindustria son sectores muy importantes para Colombia y le gustaría poder aportar en esa actualización y remodelación del sector. “Tuve la oportunidad de ir a Expo Agrofuturo y ahí tuve contacto con ciertas empresas. Me gusta que en Colombia se den ese tipo de espacios, sobre todo de la agricultura que es una parte muy importante de nuestra identidad”, afirma Deiver.