Jóvenes estudiarán la carrera de sus sueños gracias a convenio

Disponible en:Montería17 ene. 2017

La Proyección Social, enfocada en la educación, es un objetivo prioritario para la Universidad Pontificia Bolivariana Seccional Montería.

En diciembre pasado, nuestra Universidad firmó un convenio de cooperación con la empresa Geoproduction Oiland Gas, que consiste en becar a dos estudiantes de las zonas de influencia de explotación de la empresa, que son: Sahagún y Pueblo Nuevo, en Córdoba, y San Marco y el Limón, en Sucre.

“La Universidad tiene la intención de hacer proyección social y a través de estos convenios que se firman con las empresas se anudan esfuerzos para que se cumpla con esa misión de transformar sociedad. Nosotros le presentamos la propuesta a la compañía y ellos se interesaron en esa opción que le brindamos. Nos eligieron para que hiciéramos el proceso de selección y posterior acompañamiento a los dos jóvenes que van a formarse en nuestra UPB”, indicó la psicóloga Sarly Isabel Martínez Paternina, coordinadora del Programa de Acompañamiento Integral, PACI, de la UPB.

En las zonas de influencia se realizó un trabajo de selección de bachilleres graduados en el año 2015 o que estuvieran cursando grado once en ese momento. En total fueron 145 estudiantes que participaron en la convocatoria. Levinson Contreras Herrera y Iván Cueto Martínez se quedaron con la beca soñada.

“El convenio es por cinco años. La intención de la empresa y de la UPB es que el convenio se renueve cada cinco años. La beca incluye el 100% del valor de la matrícula, la estadía, manutención de los jóvenes y un kit (libreta, útiles escolares y un portátil). Para mantener la beca deben sostener un promedio”, señaló Sarly Martínez Paternina.

El proceso

La compañía Geoproduction Oiland Gas se encargó de censar a los interesados y los convocó. Por su parte, la Universidad se encargó de realizar el proceso de selección en varias fases. La primera fase consistió en un trabajo de divulgación de la oferta académica de la Universidad, se desarrollaron charlas de motivación frente a la orientación vocacional de cada estudiante y se aplicaron algunas pruebas para analizar la inclinación vocacional y profesional de todos los aspirantes.

Luego, se hizo la preselección y se desarrolló una prueba diagnóstica para revisar el nivel de comprensión y redacción de los jóvenes. De esa preselección, 16 estudiantes continuaron el proceso y fueron invitados a nuestro campus universitario, para que hicieran un recorrido y conocieran la dinámica de la institución.

La trabajadora social, Isnelia Robles, y la psicóloga Sarly Martínez, realizaron una entrevista psicosocial a cada preseleccionado y a partir de ahí, ponderaron los resultados y eligieron finalmente a Levinson Contreras Herrera y Iván Cueto Martínez, estudiantes beneficiados.

En el mes de diciembre de 2016, los jóvenes recibieron una visita domiciliaria que les confirmó que los sueños sí se hacen realidad. Los estudiantes presentaron sus entrevistas con los directores de programa y el proceso continuó con la legalización de matrículas.

Durante el proceso de selección de los jóvenes y el proceso de matrícula, participaron las áreas de Trabajo Social, Mercadeo, Liquidaciones y PACI.  Este convenio cuenta con el aval de Vicerrectoría Pastoral.

¿Quiénes son los beneficiados?

Levinson Contreras Herrera, tiene 18 años, nació en El Bagre, Antioquia y vive en Primavera, una vereda de Pueblo Nuevo, Córdoba.  Terminó bachillerato en el año 2016, en la Institución Educativa Betanea.

“A principio de diciembre llegaron a mi casa y nos dieron la sorpresa. Mi familia quedó feliz y emocionada. Es una oportunidad grande. Mi familia no contaba con los recursos para que yo estudiara en una Universidad. Gracias a Dios se dio la oportunidad de la beca”, expresa Levinson Contreras.

Eligió Administración de Empresas porque le gustan los negocios, la economía y quiere crear su propia empresa.

“En mi familia todos están a la expectativa de que yo salga adelante y sé que lo voy a lograr. Mi propósito es terminar la carrera, llenarme de conocimiento, sobrepasar el promedio que exige la Universidad para mantener la beca y crear mi propia empresa”, señala Levinson Contreras.

Nuestro otro estudiante es Iván Cueto Martínez, tiene 17 años y nació en San Marcos, Sucre. Vive en el Crucero, un corregimiento del municipio de Sahagún, Córdoba. Ahí terminó su bachillerato en la Institución Educativa el Crucero, en el año 2016.

“Yo siempre le decía a mi mamá que quería salir adelante y estudiar una carrera profesional. Ella también anhelaba que estudiara y ahora está feliz. Siempre he tenido la confianza en Dios que él tiene algo para mí y he sido bendecido con esta beca. Soy creyente y esta es una Universidad que además de aportarle conocimiento al estudiante, también lo sigue formando para que sea una excelente persona para el país”, expresa Iván Cueto.

La carrera que eligió para estudiar es Ingeniería Civil, pues tiene claro su proyecto de vida. 

“Desde siempre me han gustado las construcciones, me gusta innovar, diseñar y me he caracterizado por ser bueno en los dibujos. Admiro los edificios y las construcciones, pienso que el hombre con sus creaciones ha beneficiado a la humanidad. Yo también quiero hacer mi aporte a la sociedad y llevarle desarrollo, oportunidades y progreso a mi comunidad”, puntualizó Juan Cueto.

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