La bella villa inteligente
Por: Idi Amin Isaac Millán. Docente investigador. Proyecto Micro-Red Inteligente UPB
Cierre los ojos por un momento. Imagínese que vive en una ciudad con un sistema de transporte automatizado, totalmente público, acceso gratuito y permanente a actividades de recreación, deporte y cultura; una ciudad segura, con bajos índices de contaminación ambiental, en la cual se emplean energías renovables y combustibles limpios.
Una ciudad en la cual puede controlar de manera eficiente sus consumos de servicios básicos (agua, energía, saneamiento y desde luego, internet), en la que puede autoabastecerse, e incluso vender sus excedentes. Una ciudad que aprovecha íntegramente sus residuos.
En resumen, una ciudad con una altísima calidad de vida y sostenibilidad garantizada para las generaciones futuras. Esa ciudad que imagina es una Ciudad Inteligente.
Al igual que sucede con los seres humanos, las ciudades pueden tener diferentes tipos de inteligencia: Inteligencia económica, asimilable a la articulación de los planes de desarrollo con la competitividad y la dinamización del emprendimiento y la productividad; Inteligencia social, relacionada con la respuesta que las políticas gubernamentales brindan a las necesidades particulares y grupales, tanto de los ciudadanos como de los visitantes; Inteligencia para la gestión administrativa, asociada con el adecuado direccionamiento de las políticas hacia la mejora de los procesos de la administración pública y gestión gubernamental, de tal forma que se garantice transparencia, inclusión y eficiencia en el manejo de los recursos; Inteligencia para la movilidad y el empleo de los recursos, direccionada a un sistema de transporte fluido, a la conexión de la ciudad con el resto del mundo y al aprovechamiento eficiente y sostenible de los recursos naturales y el balance de su canasta energética. A estas alturas es fácil intuir que amalgamar estos tipos de inteligencia en un solo espacio humano-geográfico, constituye una labor titánica.
Algunas ciudades inteligentes en el mundo
Las intenciones de constituir verdaderas ciudades inteligentes no son pocas, cada uno de los proyectos se ha especializado en tipos de “inteligencia” específicos.
En primer término, podríamos hablar del distrito de innovación de Barcelona 22@ (http://www.22barcelona.com/), el cual se ha propuesto transformar las antiguas áreas industriales de Poblenou en un entorno de elevada calidad para trabajar, vivir y aprender.
Otra óptica fue acogida por One North Singapur, proyecto centrado en parques para la localización de importantes empresas tecnológicas, especialmente en el área de las telecomunicaciones.
Por su parte, otros proyectos como Ciudad creativa digital (Guadalajara), Media City (Reino Unido), y Seoul Digital Media City se han proyectado como prototipos de desarrollo urbano inteligente con implementación de alta tecnología, laboratorios vivos centrados en medios digitales para la radiodifusión, películas, juegos, música, etc.
Para citar solo un caso más, resulta bastante conocida Masdar City en los Emiratos Árabes Unidos, centro mundial emergente para el conocimiento, la industria, la investigación y el desarrollo, famoso incluso por su política de “importar” premios nobel al Masdar Institute.
Campus inteligente para una ciudad inteligente
Medellín también tiene una importante iniciativa relacionada con las ciudades inteligentes, el Distrito Medellinnovation (Ciencia, Tecnología e Innovación de Medellín), que tiene dentro de sus propósitos fomentar, promover y coordinar las políticas de apoyo a la investigación y desarrollo científico, tecnológico y de innovación de Medellín, con miras a la identificación y explotación de nuevos negocios del conocimiento.
Nuestra Universidad no es ajena a los direccionamientos estratégicos de Medellinnovation, por el contrario, desde hace dos años empezamos la construcción hasta consolidar hoy en día nuestro propio Smart City Lab: La Micro-Red Inteligente UPB.
Nuestra filosofía en la Micro-Red UPB es catalizar la transición tecnológica en nuestro medio a través de las demostraciones a escala real, laboratorios vivos. Es claro que la tecnología es el motor imprescindible para el desarrollo de las diferentes inteligencias mencionadas arriba, por lo tanto, evaluar el funcionamiento de los sistemas, plataformas y equipos, facilita su conocimiento y permite implementarlos con confianza a nivel ciudad. Partimos de la premisa: Un campus inteligente nos brinda las lecciones que una ciudad inteligente debería aprovechar.
Hoy en día la Micro-Red Inteligente UPB cuenta con tres generadores solares, un prototipo de aprovechamiento de residuos a través de biodigestión, circuitos con alumbrado público eficiente y telegestionable, un piloto de gestión de la demanda, estación de carga para vehículos eléctricos, sensores meteorológicos, y otros dispositivos monitoreados desde un moderno centro de control, el cual cuenta con aplicaciones de domótica y visualización remota vía celular.
Próximamente se instalará un sistema de medición inteligente en cada subestación del campus. Aprovechemos el momento para extender una cálida invitación a todos nuestros egresados, visítennos, aprendan con nosotros y entre todos consolidemos este laboratorio de ciudad inteligente.
Sin embargo, hay algo que no se nos puede olvidar: por más que contemos con la infraestructura, el adecuado direccionamiento gubernamental, los aliados estratégicos nacionales e internacionales y la experiencia recogida mediante proyectos como la Micro-Red; es claro que una ciudad jamás podrá decirse inteligente, si sus ciudadanos no lo son. La educación y la cultura ciudadana son grandes retos que deben abordarse desde casa, pero que también hacen parte de la función sustantiva de la Universidad.
