Madera de abarco y residuos de seda, pilares investigativos en la UPB
Agencia de Noticias UPB - Medellín: Hace dos años se inauguró la Maestría en Diseño y Gestión de Procesos Industriales y desde entonces ha buscado que los trabajos de grado de sus estudiantes tengan un impacto en la industria o en las empresas en que trabajan; que no se queden en el papel sino que tengan una verdadera aplicabilidad en el sector.
Dos proyectos han resaltado este semestre gracias a la incidencia que tienen para ser aplicables en las áreas donde se desarrollan. Estos son el diseño de una planta industrial de transformación de la madera de abarco en el departamento del Chocó y el aprovechamiento de residuos de seda.
Arletty Moreno, ingeniera industrial, es la estudiante detrás del primer proyecto titulado "Propuesta de un diseño básico de una planta industrial de transformación de la madera de abarco en el departamento del Chocó”.
Arletty conoció esta Maestría por medio de la página de la Universidad y le llamó inmediatamente la atención el plan de estudios, ya que se acercaba más a los requerimientos profesionales que buscaba frente a otras maestrías.
Sobre el programa, Arletty piensa que: “la experiencia y el conocimiento académico de algunos profesores en esta maestría me han aportado no solo a mi crecimiento profesional sino también a mi crecimiento personal, proporcionándome técnicas, herramientas, habilidades y destrezas que son indispensables para el buen desarrollo de mi proyecto”.
El creador del segundo proyecto titulado “Biomateriales para empaques de alimentos con fibroína de seda obtenida de residuos serícolas colombianos” es Ángel Daniel Ríos, egresado de la Facultad de Ingeniería Agroindustrial de la UPB.
Este trabajo consiste en aprovechar los residuos fibrosos generados en la industria de la seda, obteniendo a partir de estos una proteína llamada fibroína, que es empleada en el desarrollo un biomaterial tipo película. Solo el 20 % de la producción de capullos de seda se utiliza para textiles, el otro 80 % son residuos fibrosos, por lo que este proyecto busca darle una aplicación a esos subproductos.
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Las aplicaciones que pueden tener las biopelículas de fibroína de seda, van más allá de empaques para alimentos, también pueden ser usadas en componentes biomédicos, en la encapsulación de fármacos, bolsas biodegradables, entre otros. La fibroína de seda es combinada con otro biopolímero que es el polivinil alcohol (PVA), para desarrollar un material que es biodegradable, menos contaminante y menos agresivo para el medio ambiente, dándole así un valor agregado al material.
Fue por recomendación de Catalina Álvarez, la directora de su trabajo de grado de pregrado, que Ángel conoció a Adriana Restrepo, docente e investigadora de la Universidad, quien viene liderando trabajos con Corseda (Corporación para el Desarrollo de la Sericultura del Cauca), en la búsqueda de diferentes aplicaciones para la seda y los residuos fibrosos que esta industria genera. Ángel ingresó a trabajar en uno de estos proyectos, mediante la convocatoria de Colciencias de Jóvenes Investigadores 2015, la cual brindaba becas para realizar estudios de posgrado y fue así como él llegó a la Maestría.
“Uno como ingeniero puede tener muchas falencias en temas administrativos y el énfasis que ofrece la Maestría en esta línea de aprendizaje, fue uno de los factores que influyó en la decisión de hacer este postgrado, ya que me complementa mucho profesionalmente. No solo es quedarse en la parte de mejoramiento productivo, sino aprender de temas como herramientas para la toma de decisiones o gestión del talento humano, esta última de gran importancia para saber trabajar en equipo. Aunque apenas está empezando, este programa tiene mucho potencial en la formación de líderes empresariales”, afirma Ángel.
La Maestría en Diseño y Gestión de Procesos Industriales, aunque hace parte de la Facultad de Ingeniería Química, tiene la ventajas que pueden participar ingenieros de otras áreas. Actualmente están en el programa ingenieros mecánicos, industriales, de alimentos, agroindustriales y aeronáuticos.
“Es un postgrado abierto, no está cerrado solo a químicos. Cualquier ingeniero que quiera profundizar en las tres áreas que manejamos: ingeniería de procesos, administración y gestión tecnológica, la puede realizar”, afirma Erika Arenas, coordinadora de la maestría.
La Maestría va más allá de la ingeniería química y reúne herramientas que le pueden servir a cualquier ingeniero para llevar a cabo sus proyectos a futuro buscando siempre que estos tengan un impacto significativo en la industria y el sector donde se desarrollen.
