Amartizaje: el turno de la perseverancia y del ingenio
Agencia de Noticias UPB - Medellín. El pasado 18 de febrero, el mundo recibía la noticia de que un nuevo robot explorador arribaba en la superficie de Marte. Este es el décimo rover que consigue posarse en la superficie del planeta rojo desde la primera misión en 1997.
Tras una travesía de 203 días, Perseverance afrontaba el reto de amartizar. La Nasa invitaba al planeta entero a ser parte del momento crucial de la misión a través de un despliegue informativo que, por primera vez, contaba con una transmisión en habla hispana.
Luego de su salida de Cabo Cañaveral el 30 de julio de 2020, la sonda, que transportaba al robot explorador, orbitó la tierra esperando el momento justo para emprender su trayectoria a Marte. Una vez en el vecino planeta tuvo que acoplarse a su órbita en busca de un espacio propicio para el descenso. En ese momento, la cápsula entró a los popularmente conocidos siete minutos de terror, periodo en el que el rover se desprende de la cápsula Aeroshell y comienza el descenso de forma controlada hasta el cráter marciano llamado Jezero.
Juan Carlos Perafán, docente del curso de Estructuras Aeronáuticas de la Facultad de Ingeniería Aeronáutica de la UPB, explica los retos que debe afrontar la misión a la hora de entrar a la atmosfera. “Primero entra la cápsula la cual deberá soportar altas temperaturas a medida que ingresa en una trayectoria especificada, después de que pasa esa zona crítica esta cápsula llamada Aeroshell se abre y desacopla el robot hacia la intemperie colgado un paracaídas, para que después con ayuda del Skycrane, el cual cuenta con pequeñas toberas que evitan que el Perseverance caiga de forma precipitada”.
Una vez amartizado, Perseverance tiene la tarea de recoger muestras de recursos que permitan analizar la posibilidad de que exista o haya existido vida en Marte. Juan Carlos comenta que cada robot que es enviado a misión es una versión evolucionada del anterior, en este caso lo que hace especial a “Percy” son una serie de laboratorios incorporados, entre ellos, uno que tiene la capacidad de convertir el dióxido de carbono en oxígeno.
Los resultados que arroje esta exploración son valiosos a la hora de identificar las condiciones del planeta rojo para recibir misiones tripuladas a futuro. Por ahora, cuenta Juan Carlos, la idea es que en aproximadamente cinco años una nave autónoma recoja las muestras recolectadas por Perseverance y los traiga para su posterior análisis en la tierra, este proyecto recibe el nombre de Mars Sample Retrieval Lander. “Es muy loco, parece ciencia ficción, lo que tienen pensado es enviar otro robot que reciba las muestras y que a través de un cohete las envíe a órbita marciana donde se acopla a una sonda y lo trae de vuelta”.
El hito de sobrevolar
Perseverance no emprendió la travesía solo, en su interior viaja un pequeño helicóptero llamado Ingenuity. El objetivo de esta aeronave es demostrar que la tecnología existente permite que se pueda sobrevolar Marte. Más allá de las condiciones atmosféricas, la gravedad del planeta implica un desafío para la navegación aérea.
Por otra parte, una función básica de la navegación aérea, como lo es la ubicación espacial, se ve entorpecida por las diferencias en los campos magnéticos que no permiten que una brújula funcione en Marte. Ingenuity está diseñado para localizarse teniendo como referente la posición del sol.
¿Qué tan lejano está el futuro?
A pesar de los avances tecnológicos, aún suena lejano una posible misión tripulada a Marte. Juan Carlos comenta que entidades de carácter privado como Virgin Galactic o Space X son de vital importancia a la hora de aportar recursos que faciliten seguir avanzado en pro de esta gesta.
“Ellos (Space X) están trabajando con cohetes reutilizables. Todo el tema de inteligencia artificial ha ayudado a generar estos nuevos sistemas donde el cohete despega, deja a los tripulantes en una cápsula en el espacio y aterriza por sí mismo en la tierra. Eso baja muchísimo los costos porque en misiones anteriores se enviaba un cohete y este se perdía”, explica Juan Carlos.
Esta compañía aún se encuentra probando el modelo Starship, nave diseñada para recorrer largas distancias y con la que se espera enviar una misión tripulada que cuente con la tecnología para regresar a La Tierra. A hoy se han realizado pruebas enviando personas en la cápsula Dragon a la Estación Espacial Internacional en naves más pequeñas como el Falcon 9. Aunque varios de los intentos de vuelo no tripulados la nave Starship han fallado, se espera que esta tecnología logre llevar al primer ser humano a Marte.
Daniel Uribe Uribe - Agencia de Noticias UPB
