Procesos educativos y sociales que logran una gestión integral de residuos

Disponible en:Medellín16 mar. 2021

La Universidad Pontificia Bolivariana obtuvo la certificación categoría plata en el Sistema de Gestión Basura Cero del INCONTEC, convirtiéndose en la primera universidad en Latinoamérica y el Caribe en recibir este logro. Se busca con este reconocimiento promover el diseño circular,  implementando una gestión integral de residuos sólidos para aportar a la sostenibilidad del territorio.

Quisimos dar este nuevo paso para que la producción de los residuos que se dan cada día sean aprovechables (…) la naturaleza se ha encargado de mostrarnos cómo hay unos residuos que son dañinos para el planeta y para nosotros mismos como habitantes de esta casa común, como la llama el Papa Francisco, en su encíclica se ha constituido un reto para el mundo y para toda la humanidad en que seamos consientes de que si no defendemos esta casa común podemos contribuir a un desastre mucho mayor donde la vida que es lo fundamental corre un gran peligro”, comentó el rector general Pbro. Julio Jairo Ceballos Sepúlveda.

Para conmemorar esta certificación se realizó un conversatorio sobre los procesos educativos y sociales que conlleva una transformación de residuos, para ello se invitó a Josep María Tost, director de la Agencia de Residuos de Cataluña; Francisco Vera Manzanares, que con solo 11 años es activista en la defensa de la vida en Colombia y fundador del movimiento Guardianes por la Vida; y al padre Diego Alonso Díaz, vicerrector pastoral de la UPB. Camilo Ramírez, director ejecutivo del Sistema B Colombia, fue el encargado de moderar esta conversación.

 
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En el encuentro se plantearon diversas premisas para garantizar una adecuada gestión de residuos solidos en las ciudades, entre ellas, “la voluntad política, donde se desarrollen y cumplan legislaciones con caminos y guías claras de aplicación, además, se debe hacer frente a la construcción de infraestructuras de relleno sanitario para un correcto manejo de los residuos, pero lo más importante es buscar mecanismos para que no lleguen residuos al rio sanitario, aprovechar al máximo el concepto de economía circular”, expresó Josep María Tost.

Para lograr el concepto de economía circular, también se habló sobre la búsqueda de mecanismos de legislación donde se piense en el ecodiseño de los productos, con el fin de prolongar su vida útil y en caso de que esta acabara, cómo lograr desensamblar los productos para aprovechar las piezas por separado, para ello, se debe trabajar un tema de responsabilidad social con los productores, fabricantes o importadores de productos, además de formar a los ciudadanos en el correcto manejo de los residuos.

Por su parte, el vicerrector pastoral Diego Alonso Díaz habló sobre la importancia de generar conversaciones con el sector público y privado de la región en torno a este tema, y resaltó el trabajo colaborativo que se viene realizando con las universidades pertenecientes al G8 y el CUEES - Comité Universidad Empresa Estado -. La UPB específicamente tiene un grupo de investigación ambiental – GIA - desde hace más de 47 años “con un reconocimiento internacional por su capacidad de producción, transferencia y asesorías, y venimos trabajando en el manejo de estos residuos, aportando con la investigación y el ejemplo. Asumimos el reto de consolidar la cultura de la sostenibilidad”.

 
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La UPB busca con sus grupos de investigación identificar problemáticas sociales y contribuir con su solución, con el GIA se han construido una serie de estrategias para lograr un correcto manejo y aprovechamiento de los residuos, implementándolas en las diferentes seccionales y consolidando un plan de sostenibilidad Multicampus, estrategia que logró la certificación Basura 0. En esta, se fomenta también una responsabilidad en nuestros estudiantes de Colegio y Universidad.

Las nuevas generaciones están tomando protagonismo en el cuidado del medio ambiente y de la vida, como lo hace Francisco Vera, quien recomendó en la charla algunos procesos de educación ambiental con el fin de que los estudiantes realmente se interesen y contribuyan a un mejor planeta, entre ellos, la generación de espacios donde se escuchen experiencias de personas expertas, “otra forma es la pedagogía didáctica, que no piensen que es una tarea o materia más, que piensen que es una forma de relacionarnos con nuestro entorno ambiental y social, fuera de la burbuja en la que vivimos podemos conocer a través de la educación ambiental páramos, bosques, humedales, un montón de biodiversidad que es muy importante para la tierra y para nosotros”.

Con la certificación y con estos espacios la Universidad fomenta el cambio de mentalidad de la sociedad, enseña sobre el cuidado del medio ambiente y sobre el correcto manejo de los residuos y cómo con estos se puede generar modelos de negocios rentables.

 

Por: Juliana Hernández Escobar - Agencia de Noticias UPB

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