UPB propone estrategias para preservar el servicio e integridad de energía eléctrica

Disponible en:Medellín8 may. 2020

Agencia de Noticias UPB - Medellín. En alianza con actores del sector eléctrico, la Universidad plantea iniciativas para responder oportunamente a la emergencia causada por el virus COVID-19 y mantener el sistema sin fallos.

 
COVID-19 y la industria eléctrica en Colombia

El sector eléctrico colombiano no es ajeno a la crisis mundial causada por la COVID-19 y, como consecuencia, se ha dado una reducción de la demanda de energía eléctrica, especialmente en el sector manufacturero y comercial.

Desde mediados del mes de marzo, según XM, empresa del grupo ISA, que se encarga de coordinar la operación de la cadena productiva del sector eléctrico colombiano y de administrar el mercado de energía mayorista, se reportaron disminuciones en la demanda de energía con promedios de hasta el 15 %, causada principalmente por las medidas de aislamiento para contener el virus en el país. La cadena productiva está compuesta por generadores, transmisores, distribuidores, comercializadores y consumidores de electricidad o usuarios no regulados.

El mercado mayorista está conformado por generadores, transmisores, distribuidores, comercializadores y consumidores de electricidad o usuarios no regulados; cuyo propósito es el intercambio de grandes bloques de energía eléctrica en el Sistema Interconectado Nacional.

“Las regiones que más redujeron su demanda fueron Antioquia y Centro y las que menos Caribe y Chocó”, explica Jaime Alejandro Zapata Uribe, gerente del Centro Nacional de Despacho de XM. En la siguiente gráfica se muestra la evolución de la demanda por regiones para el periodo del 16 al 31 de marzo donde se puede apreciar que la región que más redujo su demanda fue Antioquia, seguido de Centro, Valle y Oriente.

 
Reducción de la demanda por regiones – Del 16 al 31 de marzo 2020 Fuente: XM

Reducción de la demanda por regiones – Del 16 al 31 de marzo 2020 Fuente: XM

En momentos de incertidumbre como el actual, la energía eléctrica cobra importancia, pues es vital para para la vida, la sociedad, la industria y la economía. Por ello, la Universidad Pontificia Bolivariana, junto con aliados importantes como el Consejo Internacional de Grandes Sistemas Eléctricos (CIGRE) y las principales empresas y entidades del sector eléctrico del país, trabajan permanentemente para estudiar y monitorear lo que sucede con este sector y poder tomar decisiones desde todos los niveles (empresa, operador nacional, ministerio) sobre alertas tempranas que, de no atenderse, podrían producir cortes de energía o apagones nacionales.

La UPB, en su papel de líder del subcomité de sistemas de transmisión en corriente directa y sistemas flexibles de transmisión en corriente alterna del CIGRE, y en el marco de esta contingencia, dirige los ejercicios de análisis sobre la importancia y responsabilidad de todos los actores del sector eléctrico para continuar garantizando el suministro de energía a la nación. En ese contexto, han puesto sobre la mesa estrategias de manejo para situaciones como: 

  • Operar una red con menor demanda de lo usual ya que las variables eléctricas se comportan de una forma diferente a la usual alejándose de rangos de operación previstos o típicos. Tanto el exceso como el defecto son condiciones que deben evitarse para retornar a rangos de operación adecuados.
  • Complicaciones para la realización de mantenimientos.
  • Vulnerabilidad en centros de control, en caso de enfermedad masiva de operadores 
  • Y, una menor eficiencia energética en los hogares
Un corte de energía o apagón, por ejemplo, es lo que menos desearíamos actualmente. El objetivo de este grupo de trabajo es enriquecer la información y buscar que las soluciones estén acordes con las necesidades del entorno y los requerimientos de confiabilidad del suministro, donde cualquier falta de energía eléctrica podría tener altos impactos. Solamente, pensemos en usuarios hospitalarios, personas laborando desde sus hogares, industria prestando servicios críticos o sosteniendo la economía, etc..”, afirma Jorge Wilson González Sánchez, coordinador del Grupo de Investigación en Trasmisión y Distribución de Energía de la UPB. 

Otros riesgos identificados por los expertos son la dificultad de pago por parte de los clientes industriales, el aprieto para los generadores dado un mercado afectado, la exigencia de cumplir normativas o regulaciones propias de épocas sin emergencia y las altas exigencias a las comunicaciones y los ciberataques, entre otros. 

El sector es toda una cadena y, apoyados en las fortalezas que se tienen desde los diversos participantes, se evaluaron diferentes áreas que pueden plantear posibles soluciones que eviten los cortes o colapsos que pudieran llevar a apagones. Hugo Cardona Restrepo, Director de la Facultad de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Universidad Pontificia Bolivariana e integrante del mismo grupo de investigación resume los temas que propusieron los integrantes de este grupo de la UPB y que fueron presentados para discusión en sesiones de trabajo por parte del comité representativo del CIGRE:

  • Centros de control de energía eléctrica donde los analistas trabajan todo el año 24/7 para operar el sector eléctrico: estrategias para operadores, así como planes de acción ante emergencias. Incluye, estrategias en centros de control para prevenir/contener la pandemia.
  • Mantenimiento: planes de mantenimiento remoto o robotizado para reemplazar piezas defectuosas en subestaciones de energía, por ejemplo.
  • Regulación: cambios regulatorios críticos o urgentes. Adaptar normas nacionales para favorecer el desempeño de las empresas del sector.
  • Mercado eléctrico: soluciones con un patrón cambiante de demanda de electricidad. Impactos tarifarios, además de escenarios extremos del mercado por reducción del pago. Esto porque el mercado se comporta de manera natural basado en la oferta, la demanda, las tarifas, los pagos.
  • Energías renovables: aprovechamiento de energías renovables y micro redes para incrementar la confiabilidad
  • Hogares: análisis del incremento de demanda residencial. Ayudas para aprender a ahorrar y optimizar en el consumo. En muchos casos, los hogares se han transformado en oficinas y las cargas residenciales son típicamente menos eficientes que las comerciales, por ejemplo, uso de aires acondicionados de menor eficiencia.
  • Movilidad eléctrica: favorecer la oferta en todos los niveles. Incluye aplicaciones robóticas con baterías para distribución de bienes y servicios y favorecer el distanciamiento físico o social.

La idea de esta vigilancia tecnológica es poder prevenir fallos en la cadena y poder estar preparados para la contingencia. Trabajo que se ha adelantado con actores del sector eléctrico como el Instituto de Ingenieros Electricistas y Electrónicos –IEEE-  y el (CIGRE, con el fin de evaluar de primera mano propuestas y necesidades, en el marco de la pandemia. 

No queremos que el sistema eléctrico se fragilice o se afecte, por eso investigamos sobre posibles soluciones para estar preparados y propiciar el mejor ambiente para todos. Podemos contribuir demasiado desde el sector eléctrico, el cual ofrece un servicio básico para la vida y la economía”, concluyó el profesor Jorge W. González Sánchez.

Por Marcela Echeverri Farley. Divulgación Científica UPB – Agencia de Noticias UPB

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