Una foto al día, un motivo de amor y gratificación

Disponible en:Medellín11 may. 2022

Agencia de Noticias UPB - Medellín. “Les digo a todas las mamás que el tiempo no se detiene como uno cree, porque uno cree que el tiempo se detiene y que son años que nuestros bebés pasan en la unidad, la verdad es que no, el tiempo corre, ellos se sanan, se mejoran y la gratificación es muy grande”, Juliana Zapata Naranjo.

 
Juliana zapata enfermera

Juliana es auxiliar de enfermería de la Clínica Universitaria Bolivariana (CUB), la cual trabaja hace 6 años en la Unidad de Cuidados Intermedios Neonatales y está encargada de todo el cuidado integral de los bebés prematuros. “Mi función es bañarlos, cambiarles el pañal, suministrar los medicamentos orales, masajes hidratantes, entre otros”, la enfermera menciona que en el año 2020 vivenció una situación que le daría un giro completo a su vida.  

El 5 de julio del 2020 nació mi hijo Nicolás, bebé prematuro de 34+2 semanas, con un peso de 2.915 grados, que es un peso alentador, sin embargo, con todas las complicaciones de un bebé prematuro. El embarazo fue bastante complejo por la amenaza de bebé prematuro desde la semana 25, narra la enfermera.

Juliana tiene 25 años, está casada con el señor Daniel Muñoz, con quien tiene dos hijos, Emiliano y Nicolás; viven en el barrio Alfonso López de Medellín, se caracterizan por ser una familia unida, amorosa y con vocación de servicio en pro de la comunidad.

 
juliana y Nicolás Zapata
Nicolas nació en pleno auge de la pandemia Covid-19, lo que perjudicó sustancialmente el acompañamiento materno, generando en la madre altos estados de angustia y ansiedad.
Según refiere Juliana, las complicaciones de su bebé se destacaron porque sus pulmones eran muy inmaduros, tuvo que ser entubado dos veces, ser montado en alta frecuencia, requirió óxido nítrico; para ella fue un momento bastante difícil a pesar de que conocía la atención que recibía su bebé por parte de sus compañeras y la Fundación Milagros de Vida, los cuales le ayudaron con insumos de pañales, ropa, cremas, pañitos, teniendo en cuenta que no podía visitar a su bebé. 

“Mi bebé estuvo 22 días hospitalizado, en ese tiempo no se podía traer objetos personales a la Unidad Neonatal por el aislamiento, no había visitas, simplemente llamadas para informarnos del bebé y una foto al día, mis compañeras fueron de gran ayuda porque gracias a ellas es que mi bebé está sano y pude estar todo el tiempo informada”, refiere Juliana. 

La madre comenta que ser auxiliar de enfermería la ha puesto en situaciones coyunturales, de alta tensión con las familias que tienen sus bebés en la Unidad Neonatal, debido a que en ocasiones no comprenden la atención especializada que requieren sus hijos y, además, que se deben extremar los cuidados.  

Uno nunca se imagina que va estar del otro lado, a veces juzgamos la actitud de una mamá o de un papá sin saber que es un momento difícil porque los hijos son la razón de ser. Creo que nunca había sido tan humana como lo fui después de lo que viví, porque cambié de ser la enfermera a ser una mamá, a sentir todas las cosas que uno siente en ese momento, porque uno siempre se imagina que va nacer, que se lo va llevar para la casa y que va a estar bien, cuando le cambian a uno los planes, es un periodo de frustración, uno no sabe si sentir tristeza o alegría de un nacimiento", destaca la madre. 

Nicolas va cumplir 2 años, es un bebé completamente sano, alegre e inteligente; la madre afirma que a pesar de todo lo que vivió lo agradece porque la hizo una mejor enfermera, una mejor persona, una mejor mamá. Su esposo fue un pilar fundamental que le ayudó afrontar todos esos momentos de incertidumbre, de igual manera, contó con el apoyo de su mamá, de su familia y entendió que en tiempos difíciles es que se da cuenta en realidad, qué personas tiene a su lado.

 

 

 
Nicolás zapata milagros de vida

 

 

Para la directora de la Fundación Milagros de Vida, Beatriz María Arango, brindar acompañamiento a las familias con bebés prematuros o en condiciones complicadas de salud, es una labor que la hace sentir cada día más orgullosa. “Continuaremos buscando todas las estrategias y alianzas para adquirir recursos con los que podamos atender a más familias, hasta el momento llevamos más de 3 mil familias atendidas a las cuales se les ha apoyado con atención psicosocial, auxilio de transporte, vivienda y elementos para el cuidado de sus bebés en tiempo de hospitalización”, comentó la directora.       

La auxiliar de enfermería al continuar su historia hace un llamado: “Invito a todas las personas que tienen la posibilidad de apoyar a la Fundación Milagros de Vida, a que lo hagan, considerando que hay muchos bebés para acompañar. Yo la verdad fui muy afortunada al contar con profesionales tan humanos entre ellos la trabajadora social, Laura María Tobón que, en representación de Milagros de Vida, me apoyó, estuvo para mí bebé y para mí en todo momento”.

Juliana resalta la labor tan hermosa que realiza la Fundación, dando fe de que hay muchas familias que necesitan apoyo alimentario, vivienda, auxilio de transporte, formación en el cuidado de sus bebés. Concluye que las personas presentan cuantiosas carencias y que en realidad gracias a lo que la Fundación Milagros de Vida les aporta, es posible ofrecer una atención integral a los bebés prematuros para que salgan en buenas condiciones de salud.

Por: Robinson Toro Molina - Agencia de Noticias UPB

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