Nuncio Apostólico para Colombia visitó la UPB

Disponible en:Medellín10 dic. 2018

 

 
Monseñor Luis Mariano Montemayor (centro) con el Arzobispo de Medellín y Gran Canciller, Mons. Ricardo Tobón (izquierda) y el Rector General, Pbro Julio Jairo Ceballos (derecha)

Monseñor Luis Mariano Montemayor (centro) con el Arzobispo de Medellín y Gran Canciller, Mons. Ricardo Tobón (izquierda) y el Rector General, Pbro Julio Jairo Ceballos (derecha)

Agencia de Noticias UPB - Medellín. En su primera visita a Medellín, Monseñor Montemayor presidió la celebración eucarística con motivo de los 150 años de la Arquidiócesis de Medellín, la cual se realizó en la Catedral Metropolitana. Posteriormente, en la UPB, recorrió la Colección Belisario Betancur, el edificio de laboratorios, entre otras instalaciones de la universidad.

Sobre su visita a Medellín, el Nuncio comentó que “la relación de Medellín con Buenos Aires es la de hermanas latinoamericanas. Argentina y Colombia formamos los dos polos de la liberación de América: San Martín y Bolívar. En el caso de Buenos Aires tenemos una relación especial con esta ciudad. Nos une el tango, la pasión del fútbol. Les ofrecí un saludo especial a las personas de Medellín porque es la primera vez en 27 años de servicio diplomático que puedo estar en un país que no me es ajeno, en el cual no me siento extranjero. Se traduce en un afecto especial por esta ciudad”.

Monseñor Luis Mariano Montemayor nació en Buenos Aires, Argentina, y se ordenó como sacerdote en noviembre de 1985 en la Arquidiócesis de la capital argentina. Como diplomático, ha ejercido su servicio como Nuncio en países como Senegal, Guinea-Bissau y en Cabo Verde; además, ha sido Delegado Apostólico de Mauritania. Ingresó al servicio diplomático de la Santa Sede el 1 de julio de 1991; también ha tenido oficio en Etiopía, Brasil, Tailandia y en la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado del Vaticano.

En ese recorrido por África, Monseñor comenta que “este continente es el lugar donde más crece la Iglesia, en número, en organización, en influencia en la sociedad. El paso por África nos prueba porque allí uno se siente frágil... la selva cobija, pero es dura. Los débiles en la selva no sobreviven. África nos enseña, por un parte, la fragilidad de la vida y, por otro lado, la alegría de vivir, que es lo que caracteriza a la sociedad africana, precisamente porque la vida es tan frágil, se vive con gozo todo el tiempo que dure y eso es un aporte de la cultura africana a la sociedad internacional que tiende a ser un poco pesimista”.

El 27 de septiembre, Monseñor Montemayor fue nombrado por el Papa Francisco como Nuncio Apostólico en Colombia. Su lengua natal es el español, pero además domina el italiano, francés, inglés y el portugués.

Sobre la nunciatura

 

 
Monseñor Luis Mariano Montemayor

En esencia, el Nuncio Apostólico representa la presencia del Papa en un país. Su primera responsabilidad es afianzar la relación de las Iglesias locales con la Santa Sede. 

“El papel fundamental de la Nunciatura en un país es establecer la conexión oficial e informativa entre la conferencia episcopal, los obispos y el Estado con sus autoridades y la Santa Sede. Tiene dos dimensiones: una que es eclesiástica, el órgano de transmisión de la voz del Papa hacia la iglesia local y, a su vez, la transmisión de las respuestas de la iniciativa de la iglesia local hacia el Santo Padre. En segundo rol es diplomático: mantener una conexión entre la Santa Sede y el Estado colombiano, miembros ambos de la comunidad internacional interactuando conjuntamente en función de intereses comunes”, explicó Monseñor Montemayor.

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Visita del Nuncio Apostólico

Por Agencia de Noticias UPB

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