Agencia de Noticias UPB-Medellín.La búsqueda por la supervivencia y nuevas oportunidades para mejorar la calidad de vida han sido durante años las causas del origen de las migraciones. En la actualidad, la expansión de este fenómeno ha generado que los gobiernos tomen decisiones respecto a la regulación de sus procesos migratorios. Por esta razón, docentes de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Pontificia Bolivariana, en compañía del semillero de investigación del Museo Casa de la Memoria, se reunieron para reflexionar en torno a este fenómeno que le compete a cada individuo como integrante de una sociedad, la cual se ve beneficiada o perjudicada por las decisiones adoptadas por sus dirigentes.
El seminario inició con la exposición de Laura García Juan, docente de la Universidad Pontificia Bolivariana, quien abordó el tema del marco de gobernanza migratoria. Este marco se encarga de evaluar los procesos migratorios emprendidos por los países de acuerdo con seis indicadores que son: los derechos de los migrantes, el enfoque gubernamental integral, las alianzas, el bienestar de los migrantes, aspectos de la movilidad en situaciones de crisis y la migración segura, ordenada y responsable.
Según el Marco de Gobernanza de la Migración, creado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Colombia es uno de los treinta y cinco países evaluados como gestores de buenas políticas migratorias, acompañado por Brasil y Chile. Sin embargo, la realidad que está viviendo el país en este momento con el tema de la llegada masiva de ciudadanos venezolanos al territorio fue el punto más importante y trascendental del cual se trató el seminario.
Para septiembre de 2018, según datos de Migración Colombia, en el territorio nacional se encontraban 1 millón doscientos mil migrantes venezolanos, pero la situación migratoria en la cual se encontraban hasta ese momento es lo que llama la atención. Alrededor de 468 mil migrantes eran regulares, 362 mil ciudadanos venezolanos se encontraban en proceso de regulación, más de 106 mil migrantes eran irregulares y 2 mil refugiados. Estas cifras no sólo demuestran la cantidad de personas que emigraron de Venezuela sino también la condición en la que se encontraban.
Como una posible mejora de los procesos migratorios y para evitar temas como la xenofobia, los integrantes del semillero de estudios internacionales del Museo Casa de la Memoria, en compañía de la directora del semillero y docente de la Universidad Pontificia Bolivariana Cathalina Sánchez Escobar, se refirieron a la cultura migratoria como “la lucha de integración, cohesión social e integración entre los migrantes y los países de origen tránsito y destino”. Por otra parte, las investigadoras del semillero compartieron con los presentes los resultados de un proyecto investigativo sobre la migración relacionado con el impacto territorial que iban a tener los flujos migratorios en Medellín y cuáles iban a ser las identidades territoriales que surgirían allí.
El semillero concluyó que la respuesta era la transmigración, es decir, la comunicación y solidaridad entre los migrantes, evitando así la propagación de vulnerabilidad y rechazo a los mismos.
Para Cathalina Sánchez Escobar, es fundamental que las personas conozcan las causas de este fenómeno, que en muchas ocasiones se origina por sucesos que obligan a los individuos a migrar, para que los estudiantes y la comunidad en general reflexionen y trabajen juntos por una mejora a esta situación.
Dado que el fenómeno migratorio está presente en todo el mundo, tener en cuenta las experiencias de otros países en cuanto a las políticas que han implementado para la regulación del mismo, permite ver los aciertos y desaciertos que han cometido los gobiernos en la práctica de políticas dirigidas hacia los migrantes.
Un país que ha aprendido de sus aciertos y desaciertos ha sido España, el cual ha presenciado el fenómeno migratorio desde hace más de cuarenta años. “España siempre ha acogido una guía muy humanitaria y de reflexionar de plantearse los problemas jurídicos y no devolverlos inmediatamente”, explicó Álvaro Sánchez Bravo, docente de la Universidad de Sevilla, quien además agregó que para Colombia ha sido complicado el proceso de recepción de los migrantes porque hace falta un apoyo de entes internacionales.
Esta jornada concluyó con la invitación a crear sociedades que cada vez más fortalezcan y velen por una política migratoria que apoye al migrante y a concientizar al individuo con respecto a la solidaridad, al buen trato y al respeto de la dignidad de quién emigra.
Por Luisa Fernanda Monsalve Jiménez-Agencia de Noticias UPB
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