Agencia de Noticias UPB - Medellín. Facilitar el desarrollo de las actividades poniendo la tecnología al alcance de los investigadores ha sido la misión del Centro Colombiano de Tecnología (Cecoltec) desde el momento que decide ser aliado estratégico del programa NanoBioCáncer, en calidad de socio del sector productivo.
Esta empresa, con 24 años de trayectoria en el país, nació con el objetivo de aportar conocimiento en la solución de problemas de diferentes industrias, principalmente mediante la comercialización de equipos, en su gran mayoría importados, a través de los cuales apoyan los procesos de control de calidad, investigación, desarrollo e innovación de organizaciones en diversas industrias.
Mauricio Gómez Céspedes, director general de Cecoltec, señala que “ha sido una experiencia muy enriquecedora, pues estamos apoyando la búsqueda de una solución para personas que sufren determinada enfermedad, como lo es el cáncer de colon. Es un aporte al país que es importante destacarlo”.
La participación en NanoBioCáncer, una de las ocho alianzas que hacen parte del ecosistema científico de Colombia Científica, les ha permitido afianzar los vínculos con todos los actores involucrados. Así lo señala Sandra Navarro Gallón, líder I+D+I de Cecoltec:
"A partir de nuestra participación como aliados hemos podido vincularnos con otros proyectos de investigación y hacer nuevos convenios, fortaleciendo todas nuestras capacidades. Hemos logrado mejorar la formación de nuestro capital humano, asistir a cursos y participar en el desarrollo de productos científicos. Todo eso mejora nuestras capacidades, tanto científicas como en la generación de nuevos conocimientos que podemos adoptar en futuras investigaciones”.
De esta manera se ha construido un puente entre la academia y el sector productivo que permite la apropiación de conocimiento y tecnologías. Ana Elisa Casas Botero, subdirectora de Fortalecimiento Institucional del Programa, destaca la participación de Cecoltec: “Ha sido un aliado empresarial que nos permite que muchos de los resultados de investigación que están en las tesis de maestría o doctorado puedan ser efectivamente transferidos hacia el sector productivo y las entidades que impulsan el desarrollo tecnológico en nuestras ciudades”.
Aliados estratégicos
Tradicionalmente, las instituciones de educación superior han sido las principales generadoras de conocimiento, concentrando los hallazgos científicos de sus expertos en diferentes disciplinas, pero este acervo de información y capacidades no siempre se transfiere de manera óptima al sector empresarial, para enfrentar los desafíos de un mercado cada vez más competitivo.
Es por eso que alianzas como las forjadas entre el programa NanoBioCáncer y Cecoltec demuestran que es a través del trabajo en equipo entre académicos y empresarios como los desarrollos científicos pueden llegar a feliz puerto, y materializarse.
“Estas dinámicas permiten que el sector productivo asimile todos estos conocimientos y tecnologías que se están gestando en las universidades, participando en el desarrollo y fortaleciendo las capacidades para responder a necesidades propias del sector y, de esta forma, sean cada vez más competitivas”, agrega Gómez Céspedes.
Los grupos de investigación que hacen parte del Programa han encontrado en Cecoltec equipos que no están en Colombia, dando pie a un intercambio de intereses que posibilita medir, practicar y materializar todo lo que está en la literatura y la teoría para llevarlo a la realidad.
Sinergias para el futuro
Diego Cuartas Ramírez, coordinador de Transferencia de la Universidad Pontificia Bolivariana, asegura que el 90 % de las investigaciones se mueren en términos comerciales cuando no se hace un adecuado proceso de transferencia al contexto, es por eso que se requiere de un socio y aquí el papel de la industria es crucial, pues se convierte en un aliado de la venta posterior.
“El papel de la industria está específicamente en TRL 5 y TRL 6 (grado de madurez medio de una tecnología), pues para que algo sea real tiene que ser probado en el entorno real, no en el entorno protegido e íntimo como en el de una universidad. Para que un desarrollo tenga visos de realidad, tiene que ser probado en la realidad. La labor de la industria está específicamente en estos niveles, donde algo deja de ser un resultado de investigación y se convierte en un prototipo industrial. Ya tenemos un producto funcional, es una maduración diferente”, explica el experto.
En Colombia, el Ministerio de Ciencias, a través de diferentes convocatorias, presenta inversionistas de riesgo dispuestos a asumir el reto de acompañar la transferencia de productos de investigación en sus primeras etapas con el fin de comercializarlos. Sin embargo, como aclara Cuartas Ramírez, son empresarios quienes están en capacidad de ir de la mano con los investigadores haciendo pruebas y ensayos, invirtiendo recursos con un riesgo alto, pero a la vez con una probabilidad de éxito que puede llegar a representar más de un 200 % en retorno de su inversión.
Respecto a la experiencia de Cecoltec con NanoBioCáncer, el coordinador de Transferencia de la UPB advierte que “es totalmente adecuada, sobre todo porque está rompiendo apatías. Ojalá siempre el sector productivo se involucrara desde el comienzo de los proyectos de investigación, invirtiendo o facilitando los laboratorios y equipos. Eso se da en otros países, que curiosamente son los más avanzados, aquí en Colombia apenas estamos rompiendo el paradigma”.
Academia y empresa se constituyen en una dupla exitosa en la medida que el conocimiento se transfiere, mediante productos científicos que podrán solucionar problemáticas que aquejan a la población, como el cáncer de colon, principal objeto de estudio de los investigadores de NanoBioCáncer.
Por: Maria Carolina Urrego Montoya, programa NanoBioCáncer - Agencia de Noticias UPB
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