Agencia de Noticias UPB - Medellín. Los primeros indicios sobre la historia del fútbol datan de los siglos III y III A.C., y se encuentran plasmados en un manual de ejercicios militares de la dinastía Han, donde, mediante la descripción de una práctica llamada 'Ts'uh Kúh', que consistía en lanzar una pelota rellena con plumas y pelos hacia una red de bambú, se evidencia lo que podría ser una de las prácticas más antiguas de fútbol.
Miles de años tuvieron que pasar para que el fútbol se perfeccionara hasta convertirse en lo que se conoce hoy día, siendo uno de los deportes más populares en el mundo y generando millones de dólares a la industria deportiva. Ahora, mientras la Copa Mundial Femenina de Fútbol tiene lugar en Australia y Nueva Zelanda, se rememora la historia de un deporte que también simboliza la pasión y la resistencia de aquellas mujeres que han luchado para obtener un lugar en una industria.
Inicios de fútbol femenino
El fútbol se ha entendido en gran parte de la historia como un deporte masculino. Sin embargo, su historia ha estado marcada por la lucha de mujeres que han buscado que su representación en el deporte sea mayor. Y es que, pese a ser un deporte antiquísimo, no fue sino hasta el sigo XIX cuando se jugó de manera oficial, siendo el 23 de marzo de 1895 la fecha en la que tuvo lugar el primer partido oficial de futbol femenino.
Un año antes de este primer partido un anuncio de periódico convocó, en una propuesta arriesgada, a mujeres que quisieran hacer parte de un club de fútbol. La autora de la propuesta era Nettie J. Honeyball, el seudónimo de una joven londinense que buscaba iniciar el que sería el primer equipo de fútbol femenino. Sorpresivamente, a su llamado respondieron 30 mujeres, y ante los ojos del mundo, que miraba sin simpatía, el British Ladies Football tuvo su surgimiento.
Sin muchos recursos, pero con el alma puesta en ello, Nettie J. Honeyball buscó por todos los medios un entrenador que pudiera hacerse cargo del reciente equipo. Fue entonces cuando el entrenador del Tottenham Hotspur, John William Julian, asumió este reto y tan solo un año después, y con un equipo consolidado profesionalmente, se realizó aquel primer partido que despertaría amores y odios entre la sociedad europea.
Y es que el partido, realizado en el estadio Crouch End de Londres, se presentaba ante el mundo como una forma de resistencia. Frente a diez mil espectadores, el British Ladies Football Club jugó ante una prensa molesta que publicaba al día siguiente: «Las miembros del British Ladies Football Club han jugado su primer partido en público. Esperamos que sea el último».
La prensa cubrió este evento y, curiosamente, se habló solo de algunos aspectos particulares que nada tenían que ver con el partido en sí: el uniforme y si una mujer perdía su condición y sus rasgos femeninos al jugar fútbol. Lamentablemente ahora, en pleno siglo XXI, se sigue hablando de esto”, cuenta Claudia Avendaño, docente e historiadora de la UPB.
Pese a las críticas, el British Ladies Football Club continúo jugando hasta que, en 1902, la Federación Inglesa de Fútbol prohibió el fútbol a las mujeres. Pese a esto, en el mundo se seguían fortaleciendo las narrativas de empoderamiento y liberación femenina que llevaron a muchas mujeres a continuar participando en los espacios deportivos, aunque fuera desde la clandestinidad, exigiendo el derecho a la autodeterminación de sus cuerpos.
Jugar es resistir
Mientras la prohibición hacia el fútbol femenino se extendía por el mundo, bajo excusas como el ser un deporte nocivo para la salud y la feminidad de las mujeres, en diversos lugares surgía con más ímpetu. Uno de estos lugares fue la Dick Kerr and Company, fábrica del sector ferroviario británico, donde un grupo de trabajadoras buscaban continuar con el legado del British Ladies Football Club.
Así surgieron las Dick Kerr, posiblemente el equipo de fútbol femenino más exitoso de la historia, llegando a disputar más de 828 partidos de los cuales ganaron 758. Su fama llegó a ser tal, que en cada partido asistían entre 5.000 y 50.000 espectadores y los fondos recaudados eran donados a los combatientes heridos en guerra. Fue así que poco a poco su nombre se empezó a escuchar en toda Europa y en 1920 jugaron el primer partido internacional donde derrotaron 2-0 al equipo francés. Pese, y tal vez a causa de sus impactantes logros, en 1921 la Football Association (FA) prohibió a sus clubes prestar los estadios para las disputas de fútbol femenino.
En 1901 se les prohíbe a las mujeres jugar, pero en 1915 muchos hombres tuvieron que ir a la primera guerra mundial y aquellos que disfrutaban de este deporte se quedaron sin qué ver, entonces les permitieron a las mujeres participar de las competencias deportivas. Entre 1915 y 1921 ellas empezaron a llenar estadios en Europa y para cuando regresaron los deportistas masculinos, llenaban más estadios las mujeres ¿Y qué decidió la FA?: que el fútbol no era deporte para mujeres”, agregó la historiadora Claudia Avendaño.
La FA excusó esta prohibición en varios motivos, alegando que este deporte resultaba nocivo para la salud de la mujer. “El primer motivo que dieron fue que era un deporte para hombres; el segundo, que era un deporte muy brusco que podría afectar los órganos internos; el tercero, que impedía que fueran fecundas y pudieran tener hijos y, por último, que cambiaba el ciclo hormonal”
Tras la presión ejercida por la FA, el fútbol femenino empezó a desaparecer. Sin embargo, para el Dick, Kerr’s Ladies FC esta prohibición no importó: continuaron jugaron en múltiples países contra equipos masculinos y femeninos hasta 1965.
Primer mundial femenino de fútbol
Pese a su prohibición, el fútbol femenino jamás cesó. Fuese de forma recreativa o profesional, para miles de mujeres el fútbol continuaba siendo un deporte en el que ponían su cuerpo y su corazón. Tras medio siglo de atraso y buscando seguir el ritmo cambiante de la sociedad, en 1971 la FA decide levantar la prohibición y con un partido amistoso, jugado entre Francia y Países Bajos, se disputa el primer partido femenino internacional.
Los siguientes años fueron fundamentales. El fútbol femenino empezó a hacerse un espacio en el mundo y en 1991 se disputa en la Republica Popular de China la primera copa femenina mundial de fútbol, marcando una victoria histórica para el deporte.
Ahora, mientras se disputa la novena versión del mundial de futbol, el fútbol femenino cada día crece más. 32 selecciones compiten por la copa del mundo bajo el lema de grandeza sin límites, mientras asociaciones como la FIFA buscan, por medio de diversos programas, seguir desarrollando y potencializando en fútbol femenino.
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Por: Yessica Pérez Gómez. Agencia de Noticias UPB
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