En la acción de mejorar en forma sistemática 

El desarrollo de la autonomía se consolida como un detonante de trasformación en la búsqueda permanente de la excelencia.

En la Universidad Pontificia Bolivariana la autonomía de los actores organizacionales: estudiantes, profesores, empleados y directivos se estimula en su construcción en forma intencionada, procurando se configure como capacidad humana fundamental en el apalancamiento de los procesos de crecimiento y mejora permanente.

En dicha intencionalidad de la Institución, la autonomía es consecuencia del fortalecimiento de la autocrítica y la auto regulación en sus diversas dimensiones organizacionales y existenciales; el ser y el hacer para trascender, y en las potencialidades viables a partir de la convergencia en el comportamiento humano de la solidaridad y la generosidad.

Dichas características comportamentales, resultan angulares en la construcción de confianza organizacional; y estas en su convergencia, variables cruciales del desempeño y el desarrollo en una estructura orientada por procesos.

En la Universidad, dichas variables exhortan al individuo en el ámbito de su trabajo a darse con amor y a realizar cada actividad considerando que siempre sus mejores resultados constituyen los insumos requeridos por un determinado proceso; entendiendo este último como parte de un todo sistémico movido por propósitos de trasformación social.

La reflexión constante, que con criterios de excelencia realiza la universidad en el marco de una actividad permanente de autoevaluación Multicampus, pretende ofrecer garantías para la sociedad desde el ejercicio de la formación, la innovación en los procesos universitarios y en la participación laboral de nuestros egresados.

En el trabajo solidario, desde una estructura organizacional orientada por procesos, y nutrido con generosidad del humanismo cristiano, se construye y consolida la confianza requerida para ofrecer garantías de autonomía, condición inherente a la excelencia.