¿Cómo mantener sano el cerebro?

22 sep. 2017 En: Más Bienestar
 
Ilustración de un cerebro en el que se ve una red neuronal

El cerebro alcanza su madurez a los 30 años y a partir de entonces empieza a envejecer. La alimentación es un factor clave para retrasar el envejecimiento del cerebro y posponer la llegada de enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson o la demencia senil. Desde el Laboratorio de neurociencia y comportamiento del consumidor, te da algunos consejos para mantener sano el cerebro.

1. Calidad y cantidad en la alminentación

Para mantener sano el cerebro y garantizar que funcione bien y de manera continua, debemos estar atentos a los nutrientes esenciales que consumimos y a las cantidades de los mismos, ya que comer más de lo necesario aumenta el estrés oxidativo del organismo, lo que afecta a los lípidos, las proteínas, al ADN y al cerebro. Consumir menos comida potencia la neurogénesis en el hipocampo (encargada del aprendizaje y la memoria), aumenta la sinapsis y favorece los mecanismos de reparación neuronal. 

2. ¿Cómo alimentar a los neurotransmisores? 

Los materiales que componen cuatro de los neurotransmisores más importantes (la acetilcolina, la noradrenalina, la serotonina y la dopamina) nos llegan directamente de lo que comemos. Estos cuatro son de vital importancia para la memoria, la concentración, el aprendizaje, la energía y la felicidad: 

  • Acetilcolina: relacionada con la memoria. La lecitina, auxiliar de digestión y transporte de grasas, mantiene colesterol en estado soluble (soja, aceite de soja, yema de huevo, germen de trigo, maní, mantequilla de maní, hígado, jamón y productos de trigo integral).  Un Fórmula nutritiva sencilla para el programa de longevidad cerebral: Lecitina +B + C.
  • Noradrenalina: nos hace recordar a largo plazo sucesos emocionantes. Eleva el ánimo y optimismo.
  • Dopamina: controla movimientos corporales, eleva el ánimo, aumenta el impulso sexual, mejora la inmunidad, favorece la longevidad. Si hay escasez, puede provocar problemas cognitivos. Se encuentra en alimentos ricos en proteínas como la carne de ave, el pescado, la soya y los productos lácteos, los cuales deben ingerirse antes de consumir hidratos de carbono, para que no obstaculice la entrada de la tirosina al cerebro.
  • Serotonina: produce agrado, bienestar y alegría. También controla la sensibilidad al dolor y nos permite dormir bien.
 
huevos
 
salmon

3. El azúcar es importante para el cerebro:

El bajo nivel de azúcar en la sangre es perjudicial. El cerebro sólo funciona con un combustible: la glucosa.  Un bajón de azúcar hace que los centros de energía de las neuronas (las mitocondrias) corten su fuente de energía y pueden quedar lesionadas o morir.

Por cada bajonazo de azúcar perdemos millones de neuronas. 

El cortisol baja el nivel de azúcar en la sangre, estimulando una sobreproducción de insulina. De esta manera, el azúcar almacenado en el hígado se precipita al torrente sanguíneo y se convierte en glucosa, ésta entra en las células y durante unos minutos la persona se llena de energía y su funcionamiento cognitivo llega al máximo, pero luego recibe un rápido golpe en dirección contraria.
 

Estudia la Maestría en Psicología y Salud Mental en la UPB

4. La grasa daña el cerebro

El daño que produce la grasa en el cerebro entorpece la circulación sanguínea cerebral, ya que las arterias se obstruyen con lipoproteínas de baja densidad (LBD o LDL), (colesterol “malo”), que disminuye la elasticidad de los vasos sanguíneos al cerebro. 

Esto genera millones de radicales libres, debido a que la grasa se oxida casi al instante. El aceite rancio contiene algunos de los radicales libres más destructivos. Cada una de las neuronas es 60% grasa, así que sería como si algunas partes del cerebro se pusieran rancias y se fueran pudriendo.
 
aceite

En resumen, cuidar de nuestro cerebro es esencial para una vida plena y saludable. La elección de una alimentación equilibrada, rica en nutrientes esenciales para nuestros neurotransmisores, y la atención a nuestros niveles de azúcar en la sangre son pasos fundamentales para mantenerlo en buen estado siempre. Al seguir estos consejos, podemos trabajar en preservar la salud de nuestro cerebro a lo largo de los años y disfrutar de una mente activa y lúcida en todas las etapas de la vida.

Por:
Santiago Restrepo Restrepo
Doctor en Psicología con orientación en neurociencia Cognitiva Aplicada
Coordinador Laboratorio de neurociencia y comportamiento humano

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