"¡No sé qué estudiar!" Nosotros te guiamos en tu decisión profesional

Si estás terminando tu bachillerato o ya te graduaste del colegio y aún ronda por tu cabeza la pregunta sobre ¿qué estudiar? este artículo te podría servir para encontrar la respuesta o saber dónde y cómo buscar. 

La vocación o el deseo de estudiar algo o dedicarse a una labor como fuente de subsistencia es algo que se va creando, moldeando y transformando desde temprana edad, respondiendo, sobre todo, a la pregunta de ¿qué de mí le voy a dar a la sociedad?

Así, los niños sueñan con ser astronautas, cantantes, bomberos, luego prefieren ser veterinarios, profesores o periodistas, y terminan por ser médicos, ingenieros, y hasta deportistas de alto rendimiento.

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Algunos de estos sueños se cultivan desde la niñez y se materializan con un buen acompañamiento, pero hay otros que se apagan y hacen que al estudiante se le genere una gran incertidumbre a la hora de salir del colegio, que no sepa qué estudiar o que se le dificulte tomar una decisión de tanta relevancia y peso en la vida.

 

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Y es que, de acuerdo con Andrés Mauricio Bonilla Benites, Psicólogo de Bienestar Institucional de la Universidad Pontificia Bolivariana, cuando esta decisión se toma a último minuto, se suele responder a preguntas orientadas más hacia un deseo o a una necesidad como: 

1. ¿Qué voy a estudiar? 
2. ¿Qué da buen dinero? 
3. ¿Qué carrera me da estatus? 
4. ¿Qué esperarán mis papás, qué querrán ellos que estudie? 
5. ¿Estudiar eso será barato o costoso? 

Y esta incertidumbre no acecha únicamente al estudiante, sino que también se convierte en la inquietud para su familia que, pensando en un mejor futuro, puede ejercer presión y poner condicionantes, convirtiendo esta toma de decisión en una experiencia frustrante y poco agradable.

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Para evitar que esto suceda o minimizar sus posibilidades, Andrés Mauricio Bonilla menciona que la vocación es un proceso que se debe construir con tiempo, preferiblemente desde grados como sexto o séptimo y de manera transversal a todas las materias.

Sin embargo, cuando el estudiante está ad portas de graduarse y aún no sabe qué estudiar, Andrés Mauricio recomienda averiguar sobre las opciones y el tipo de acompañamiento que brinda su colegio y, si las alternativas son muy incipientes, buscar ayuda por medio de psicólogos y de pruebas de orientación vocacional para tomar una decisión consciente e informada.

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La Universidad Pontificia Bolivariana, desde Bienestar Institucional, cuenta con un programa de orientación vocacional, al que pueden acceder tanto la comunidad bolivariana como el público externo, y en el que se brinda asesoría integral al estudiante.

 

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Para esto se realiza inicialmente una entrevista de reconocimiento, luego se aplican dos pruebas, una de personalidad y una vocacional, posteriormente, el psicólogo de Bienestar Institucional analiza de manera conjunta la entrevista y las pruebas y genera un informe con los resultados y las recomendaciones que se le entrega al estudiante y, a partir de ahí, se genera un diálogo con él.

Si bien este informe y el acompañamiento por parte del psicólogo son insumos que sirven para la toma de decisión, son factores externos al estudiante que, como puede que se identifique con los resultados, tiene el voto final para decir “con esto me identifico o no”, “esto me gusta o no”.

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Además, Andrés Mauricio Bonilla menciona la importancia que tiene la familia en este proceso, pues cuando se ejerce presión o se condiciona, por ejemplo, el apoyo económico relacionado con una carrera específica, se le quita la autonomía al estudiante y la decisión termina respondiendo a intereses externos y no a su vocación.

Para saber cuál es la vocación, cada persona debe procurar responderse preguntas más desde el ser:

1. ¿Para qué soy bueno? 
2. ¿Qué me gusta? 
3. ¿Qué habilidades tengo? 
4. ¿Qué, definitivamente, no habla de mí? 
5. ¿Qué tipo de personalidad tengo yo y cómo eso podría influir en mi elección? 
6. ¿Cómo he trabajado en esta elección desde hace un tiempo? 

También, menciona Andrés Mauricio Bonilla, que la respuesta a estas preguntas no siempre tiene que ser una carrera universitaria, en ese proceso puede que el estudiante descubra que sus gustos y habilidades lo encaminan más hacia el saber hacer, que en términos académicos sería una técnica.

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Finalmente, se vale recordar que el descubrimiento de la vocación es un proceso personal y que toma tiempo, y es importante que todos los actores externos al estudiante y que estén involucrados en él, le permitan recorrer ese camino de autodescubrimiento y tomar su propia decisión sobre qué estudiar.