La articulación entre la neurociencia y la educación ha permitido que los docentes generen cambios en la metodología de aprendizaje de los estudiantes. Según Charlotte Samper de Sáenz, profesora de la Escuela de Maestros UPB-ÚNICA, esta unión ha sido muy eficiente porque anteriormente la educación era pensada según el modelo exitoso del siglo XIX, donde no se tenía en cuenta el cerebro. Para Charlotte Samper, “los alumnos no tienen el mismo cerebro, los maestros debemos respetar esas diferencias y tenemos el compromiso de brindar distintas estrategias de estudio para que la neurociencia funcione”.
En el proceso de aprendizaje, el cerebro hace conexiones cuando le llega información importante, las neuronas se enlazan y forman mapas de todos los datos adquiridos. Si la persona tuvo un aprendizaje de verdad, guarda los mapas en su memoria de largo plazo y cuando le llega nueva información, la vincula con el mapa que ya se encuentra almacenado.
Para esto, es importante poner en marcha nuevas herramientas de enseñanza, que se puedan implementar en el aula de clase y captar la atención de las personas. El primer paso para darle vida a esta estrategia es tener en cuenta las emociones de los estudiantes, las cuales dependen de las experiencias personales y percepciones adquiridas a lo largo de sus vidas. Charlotte Samper dice que “si un niño siente que el profesor se burla de él, que le habla con sarcasmo o tiene problemas con sus compañeros, su cerebro se bloqueará y no aprenderá porque está intentando protegerse”.
Luego de tener en cuenta las emociones, es necesario crear nuevos y mejores ambientes en el proceso de aprendizaje. Una forma de hacerlo es poner a los niños en grupos o en parejas, ya que como lo explica la docente esto es saludable porque cada integrante se retroalimentará del conocimiento del otro y juntos podrán generar un producto exitoso.
Para afrontar este desafío, la Escuela de Maestros UPB-ÚNICA ofrecerá el Curso Cómo Aprende el Cerebro, el cual iniciará el próximo 28 de octubre y tiene como objetivo entender cómo aprende el cerebro y conocer las modificaciones que los docentes deben realizar para que los aprendizajes sean a largo y útil plazo para los alumnos. Los temas centrales del curso comprenden la anatomía del cerebro, memoria sensorial, memoria a corto plazo y memoria a largo plazo.
Para finalizar, Charlotte Samper hace la siguiente invitación: “Démosle a cada niño la oportunidad de aprender. Formemos seres capaces, pese a sus limitaciones físicas o del cerebro, productivos y que le aporten a la sociedad. Ayudémosle a los jóvenes a encontrar el éxito a su manera; la clave está en identificar la forma en la que esa persona sea capaz”.
