Biodigestores para hacer “Milagros” en zona rural de San Pedro
Agencia de Noticias UPB - Medellín. Con la intención de suplir algunas de las necesidades de la zona rural del municipio de San Pedro de los Milagros, estudiantes de Ingeniería Mecánica de la UPB desarrollaron un prototipo de biodigestor que tiene como fin producir un biogás para los campesinos de la zona que no cuentan con una red de instalación de gas, ni energía.
Después de una investigación donde se implementaron dibujos libres, lluvias de ideas y unos cuantos bocetos, surgió el proyecto Biogas Ingenergy, liderado por Esteban Taborda, Juan Sebastián Lopera, Juan Felipe Higuita y Juan Diego Deavaneda, estudiantes de cuarto semestre del Módulo de Ingeniería aplicada.
“Como buenos estudiantes de ingeniería antes de armar, hicimos cálculos, observamos los principales problemas a los que se apuntaba, también elaboramos una hoja de cálculos donde se evidencia qué es lo que se quería crear, cuánto se quería llegar a producir y con qué fin se realizaría. Así, descubrimos que la manera más fácil de producir biogás en estas zonas es procesando desechos en un biodigestor que con su descomposición producen gas metano”, comentó Juan Diego Deavaneda, estudiante de Ingeniería Mecánica de la UPB.
Por lo tanto, el proyecto de estos jóvenes se basó en el proceso de transformación de la materia orgánica en biogás. Esto se consigue mediante un contenedor cerrado, hermético e impermeable en el cual se deposita el material orgánico a fermentar, en este caso el excremento de los cerdos y caballos. El material depositado en el contenedor se diluye en agua, se espera que los microorganismos actúen el tiempo suficiente y, por último, el resultado que se obtiene es metano CH4, un biogás útil y asequible para la consecución de calor.
“El sistema funciona por un método de carga en uno de los tanques, se carga con un 75 % de heces de porcino y un 20 % de equino, luego de agregar todo esto al sistema se deposita en una bolsa resistente de polipropileno, un subproducto obtenido de la refinación del petróleo. Esta bolsa de 4 milímetros de espesor, se deja aproximadamente de a 4 a 5 días en retención, el fin de esta detención es para que las bacterias puedan generar el gas”, agregó Juan Diego.
De esta manera, el biodigestor cumple un papel muy importante, pues funciona de forma anaerobia, es decir, sin presencia de aire, al estar sellado enérgicamente las bacterias empiezan a generar gas, el fluido generado va por una tubería a un gasómetro, tanque de gran tamaño donde se almacena el gas, y se dirige a un filtro que es de limadura de hierro o conocido comúnmente como esponjilla de brillo que se puede utilizar; ese filtro o esponjilla ayuda a eliminar los sulfuros del vapor que se generan para que así el fluido salga más puro y más eficiente.
Asimismo, lo que hace este biodigestor diferente de otros es que es de tipo taiwanés, este posee varias ventajas: es de bajo costo, es fácil de instalar, y además es de fácil manejo, mantenimiento y reparación, así como por requerir sólo de materiales locales para su construcción, a estos se les consideran una tecnología apropiada en vista que están al alcance de las familias de bajos recursos económicos.
Por otra parte, Esteban Taborda manifestó que los principales problemas que soluciona el biodigestor “son energéticos y ambientales; energético porque suplen las necesidades de energía en una vereda alejada, en este caso en San Pedro, donde la electricidad se va constantemente y donde no existe una cobertura de red de gas; y ambiental porque se utilizan recursos alternativos diferentes a combustibles fósiles y al ser ambiental repercute positivamente en la salud de las familias. Los humos de la madera en combustión suelen provocar problemas de salud”.
Finalmente, este tipo de investigaciones les permite a estos jóvenes universitarios proyectarse en un futuro, crear y buscar soluciones a determinados tipos de problemas. “Esperamos el próximo semestre con la universidad crear el proyecto en la zona rural. Los biodigestores son una gran innovación, una gran tecnología en el agro, y en Colombia como tal dependemos mucho del sistema agro”, concluyó Deavaneda.
Por Estefania Valencia Bedoya - Agencia de Noticias UPB
