Dos historias y mil recuerdos de la UPB
Ana Isabel Vásquez Posada, egresada UPB, es socióloga, artista y maestra. Y en la Universidad Pontificia Bolivariana encontró el complemento que necesitaba para perfeccionar su labor como docente.
La Sociología le permitió estudiar el desarrollo de las diversas culturas, pero sobre todo le permitió entender “que una sociedad sin poesía, sin novela, sin cuentos, es una sociedad muerta”. Por eso inició la Licenciatura en Educación Estética en la UPB, reto que le propuso la Escuela Popular de Arte –EPA-, donde se desempeñaba como docente.
Al hablar de su paso por la Universidad asegura que “los recuerdos son muchos”, pues disfrutó su época de estudiante, trabajó dos años en la Biblioteca y comparte el vínculo de egresada con dos de sus sobrinos y con su hermana, Socorro Vásquez Posada (QEPD), quien profesaba un profundo cariño por la Universidad en la que se formó como abogada y como especialista en Derecho Privado.
“La Universidad Pontificia Bolivariana era como el amor de Socorro en todo lo que tenía que ver con la jurídica, con lo que aprendió. Ella dictó clases en la Facultad y siempre me decía ‘Isabel, no dejes de ir a Bolivariana que mira todo lo que aprendimos allí", cuenta la licenciada sobre su hermana, quien se desempeñó como juez, magistrada, docente, escritora y conferencista.
Los logros y reconocimientos de Socorro la enorgullecen, pero recordarla como “una mujer tranquila, responsable y generosa”, que dejó una huella invaluable en sus discípulos y colegas, le permite hacer más llevadera su ausencia, pues está convencida de que su paso por la vida estuvo marcado por “valores éticos y profesionales”, que la inmortalizarán en el recuerdo de quienes la conocieron.
La profe Ana Isabel cuenta con especial afecto su experiencia como docente en diferentes colegios de Medellín, particularmente su paso por la Escuela de Ciegos y Sordos, “un aprendizaje inmensamente bello, los niños muchas veces no querían irse de la Institución, porque allí estaban los profesores que sabían señas”.
Su vida profesional, marcada por la sociología, la poesía, el teatro y la docencia, le deja grandes satisfacciones, reflejadas en esos encuentros fortuitos con sus estudiantes que la abrazan y le agradecen por su labor.
Ella, por su parte, transfiere esa gratitud a su casa de estudios, por la formación y acompañamiento: “Gracias a la Universidad por hacer que nosotros los egresados podamos volver, de una u otra forma, a nuestra Universidad, para recordar tanta belleza que vivimos aquí”.
Por: Alejandra Carmona Sierra
Agencia de Noticias – Egresados UPB
