El legado de Le Corbusier, presente en la UPB
Diez años fueron destinados por la Fundación Le Corbusier para realizar el protocolo con los siete países en los que se encuentran las 17 obras de este arquitecto, declaradas patrimonio de la humanidad por la Unesco; obras que la UPB conmemora con una serie de fotografías que están expuestas en la Sala de Exposiciones Antonio Mesa Jaramillo del Campus Laureles. La exposición estará abierta al público hasta el viernes 29 de marzo.
En la ceremonia de apertura de la exposición estuvo como invitada la docente de la Universidad de los Andes, María Cecilia O'Byrne, experta en Le Corbusier y autora, junto con dos investigadores, del libro en honor a estas obras. En su discurso extendió la invitación de visitar la muestra a los diferentes públicos por los cuales fue pensada: aquellos que conocen poco a Le Corbusier, los que ya lo conocen y lo siguen, a los que no les gusta y se han dedicado a criticarlo y para las personas que no son arquitectos, pero que admiran la arquitectura.
Le Corbusier es reconocido como uno de los maestros de la arquitectura moderna y la declaratoria de sus obras se ha encargado de explicar esto. Además, de lo que poco se habla es que “él lo que buscó en la arquitectura fue hacer arte, encontró la belleza y la armonía a partir de los nuevos materiales de la construcción, y esa búsqueda por encontrar la belleza en lo moderno hace que no solo sea un gran racionalista sino, junto a Frank Lloyd Wright, uno de los más orgánicos”, comentó la investigadora O'Byrne.
Esta característica se puede notar en la exposición de sus obras, al igual que el manejo que le da al color, tema que el padre del racionalismo trata en su libro Polychromie architecturale, en el que ofrece 63 tonos de color para combinar y lograr un ambiente natural y armonioso. La técnica que él maneja hace que sus arquitecturas se vean blancas tanto en fotografías a blanco y negro como a color, las cuales se pueden apreciar en la muestra.
El padre del funcionalismo no solo pensaba en la belleza estética, gran parte de sus estudios se centraron en cómo resolver el problema de la vivienda social en el mundo, pues su preocupación era que cada vez aumentaba más el número de población en el mundo y no estaba resuelta esta cuestión.
Fue entonces cuando en 1914-1915, con el ideal de construir algo que se pudiera reproducir rápidamente, pero con mucha calidad, el arquitecto se inventó el efecto dominó, estructura diseñada para fabricar en serie, pero teniendo en cuenta la calidad de vida de las personas, ofreciéndoles un lugar con ventilación y con buena iluminación.
Además de este prototipo, Le Corbusier planteó los cinco puntos de la arquitectura moderna, el hormigón arquitectónico, el concepto planta libre, entre otros, métodos que revolucionaron la arquitectura y que aún siguen siendo utilizados en la práctica contemporánea.
El pensamiento y las técnicas de Le Corbusier han sido una de las bases con las que se enseña este pregrado en la UPB, buscando cumplir la promesa de valor de la Universidad, “transformar al ser humano para transformar la sociedad, transformamos a una persona para que esta transforme su entorno”, comentó en la ceremonia de apertura el vicerrector académico, Álvaro Gómez Fernández, e hizo una invitación a visitar las muestras. “La experiencia de la exposición debe convertirse en un elemento de aprendizaje para ustedes, incluso de discusión, de debate en las aulas de clase”, agregó el vicerrector.
Por: Juliana Hernández Escobar - Agencia de Noticias UPB
