“Les pido a los colombianos reforzar la memoria de este conflicto”: Tiscornia Bazzi

Agencia de Noticias UPB - Medellín. Tras haber sido confinado a una prisión por 4.646 días, Jorge Tiscornia construyó un registro particular que fue parte fundamental en el proceso de memoria histórica de Uruguay. Ahora, como protagonista del documental “El Almanaque” del director José Pedro Charlo, la Agencia de Noticias de la UPB dialogó con él en una visita que hizo a la Universidad para hablar del filme, gracias a la Maestría en Cine Documental y a la Escuela de Ciencias Sociales de la UPB.

¿Cómo no enredarse en medio de ese mar de símbolos que usted dibujó en el almanaque?

Algunos han quedado para atrás y quedaron enredados en las dobles claves que yo hacía, pero tengo la confianza de que pueda revelarlos en algún momento e incorporar a estos trabajos de memoria eso también.

Usted logró recopilar los hechos más relevantes durante todos los días que estuvo en esa situación ¿qué sentimiento le generaba el asignar un símbolo al acontecimiento que consideraba más relevante por día?

En realidad de esa asociación lo que más me dolía eran las muertes, en algunos casos hay una cruz, en algunos casos hay una soga de ahorcado y eso era muy doloroso y a su vez tenía la fuerza de un símbolo que marcaba algo importante.

Vemos en el país cómo cada vez más victimarios se acogen a la Justicia Especial para la Paz, un paso que algunos creen podría resarcir a las víctimas mientras hay sectores escépticos. ¿Qué es lo más difícil en el camino hacia el perdón?

Nosotros estamos muy lejos de Colombia y de todo su proceso, pero sí, prácticamente desde que me conozco, sé de los problemas y los enfrentamientos y la violencia relativa en Colombia. Yo esperaría una madurez que existiera, como en realidad existió en el pueblo uruguayo, de no tomar venganza propia sino de seguir por el camino de la justicia y controlar los pactos que se hagan, que realmente sea justicia y no un pacto sobrevolando.

¿Qué fue lo primero que hizo apenas dejó La Libertad (prisión a la que fue confinado) y, realmente, acudiendo a la literalidad de la palabra libertad, en qué momento dijo “me siento libre?

En la noche de la liberación mis hermanas me llevaron a un balneario cercano a Montevideo donde estaban mis padres; tuve una cena con ellos y les dije que quería caminar a solas. Caminé mirando una hermosísima luna llena y sintiéndome realmente libre por estar caminando por un lugar que, si bien conocía, hacía muchísimos años por donde no caminaba.

Muchas víctimas quieren que no se les pregunte sobre los hechos pues tan solo volver a recordar cada instante les genera repulsión. ¿Qué lo llevó a contar su historia de una forma tan natural frente a las cámaras y más en un tipo de producción que puede profundizar aspectos tan íntimos como lo es el documental?

Yo creo que es una cuestión natural, es parte del temperamento. Lo que me pasó en realidad es que no sufrí la prisión como un castigo venido del cielo y que yo no merecía. Yo me comprometí con una sociedad, me comprometí con los cambios, eso lo hice con toda mi cabeza, mi voluntad y mi corazón, y las consecuencias de eso simplemente uno tiene que poder asumirlas. Yo le digo a los gurises (denominación de niño o joven en Uruguay) cuando converso con ellos que todos estamos presos y les pregunto de qué; he tenido largas charlas con ellos hasta que termino diciéndoles que por la ley de gravedad; la tenemos tan asumida que nacimos, vivimos, nos amamos y morimos con la ley de gravedad, y nos tiene presos, solo nos damos cuenta cuando tiramos un cohete para arriba unos pocos kilómetros. Entonces saber que, en cualquier condición, lo importante es vivir, no sobrevivir.

¿Pensó en el alcance que iban a tener sus registros personales en la construcción de memoria colectiva?

Nunca. Ni siquiera pensé que alguna vez podría mostrárselo a hipotéticos hijos que tuviera, y tuve dos. No pensé en eso. Los registros fueron hechos que quedaron quince años en los suecos y no estaban hechos para mostrar.

Pensar en su suerte en aquel penal llamado La Libertad podría generar cierta relación entre el lema de grupos políticos de muchos países de Latinoamérica y los vejámenes que pueden llegar a imponer cuando los más radicales llegan al poder.  ¿Qué tan complejo puede ser para el votante el leer entrelíneas el proyecto político de un candidato?

Nos metemos en un tema donde importa más los agentes que promueven la imagen de los políticos, las encuestas que le dicen a los políticos lo que la gente quiere escuchar, que los propios políticos con sus convicciones y con sus proyectos para ese país y para esa gente. Es muy complicado. Se están jugando cada vez más cuestiones que nada tienen que ver con la política y con los políticos y que hablan solo de imagen.

¿Cuál cree usted es el mayor poder que tiene una pieza audiovisual como lo es el documental?

El poder comunicarse con otros si está bien realizado, si refleja el sentir del protagonista y su visión de lo que quiere transmitir, creo que puede mover muchas cuerdas de guitarra para que suenen bien bonito.

¿Por qué los colombianos deben ver El Almanaque?

Podrán ver el refuerzo permanente de la importancia de la memoria. Yo lo que les pediría a los colombianos es que refuercen la memoria de este conflicto, que la construyan, que la cuiden y que con esa memoria van a tener la base fundamental para que las cosas que han sucedido no vuelvan a pasar.

Por Jorge Andrés Jaramillo - Agencia de Noticias UPB