Agencia de Noticias UPB – Medellín. Con dos proyectos arquitectónicos de vivienda de interés social con desarrollo progresivo ‘Estructuras sociales’ de Daniel Felipe Arias y ‘La ciudad, el patio, el vecindario’, de Harold Valderrama, la Facultad de Arquitectura de la Universidad Pontificia Bolivariana recibió menciones en el Premio Corona Pro Hábitat en la Convocatoria Estudiantil 2017 – 2018.
Fueron varias las facultades de Arquitectura que presentaron sus proyectos, sin embargo, solo 28 proyectos continuaron a la segunda ronda, y finalmente solo fueron 5 los proyectos elegidos como finalistas; estos fueron seleccionados teniendo en cuenta criterios como la calidad del diseño, su viabilidad, pertinencia, innovación, replicabilidad, sostenibilidad ambiental y desarrollo progresivo; entre los cuales se encuentran los dos estudiantes de la UPB que recibieron menciones por sus proyectos.
Así mismo, se evaluó su capacidad de implementación en diferentes escenarios urbanos, su metodología y que el costo de producción fuera inferior a los 30 millones de pesos. Otras universidades participaron en la final de la convocatoria como la Universidad Jorge Tadeo Lozano, Universidad del Valle, Universidad de Sinú, Universidad de Boyacá y la Universidad Nacional de Colombia.
Buscando conexiones sociales, institucionales y ambientales
El proyecto “La ciudad, el patio y el vecindario” buscaba desde una propuesta urbana tener como referente las formas de vida de los barrios populares de la ciudad, como los callejones, patios, solares y, sobre todo, el centro de manzana que le permita generar conexiones con la comunidad y recuperar zonas del sector que se encuentren con un visible estado de deterioro.
Para Harol Valderrama Ruiz, “la idea surge gracias a la experiencia que se ha tenido viviendo en una de las laderas de la ciudad, esto ha ayudado a percibir y aprender de cada una de las dinámicas que se manejan en los barrios y a partir de esto, poder tener en cuenta estas maneras de formar comunidad para crear espacios que conecten con la ciudad”.
Inicialmente realizó el análisis y las investigaciones del contexto en el cual se iba a emplazar el proyecto (el Centro de Medellín), para entender las problemáticas, darle unas posibles soluciones y conocer cuál sería el impacto a futuro de un proyecto de vivienda de interés social que pudiera ofrecer espacios de dispersión social, conectar la zona con la ciudad, y cambiar las dinámicas actuales del sector. Posteriormente, se realizó una propuesta urbana; el trabajo se enfocó en darle un diseño a la vivienda que le permitiera ser adecuada según los gustos de los usuarios y contar con espacios que puedan ser habitados a futuro.
Con un lote de 12.900 m2 aproximadamente, paralelo a la Plaza de Zea y la calle Boyacá, se plantearon inicialmente unidades de vivienda de 57.3 m2, las cuales de acuerdo con Harold Valderrama, contarán con “una planta libre con una estructura a porticada, con un bloque de zonas húmedas (cocina-baño-lavadero) en el centro de la vivienda, permitiendo una flexibilidad para que el usuario pueda modificar la vivienda según sus características, con capacidad de sala-comedor- y dos habitaciones, cada espacio con iluminación y ventilación natural”, así mismo, se cuenta con un espacio flexible para modificaciones de los usuarios.
“Pienso que el mayor desafío para mí fue sacar adelante con mucho compromiso y dedicación este concurso, teniendo en cuenta que actualmente trabajo en una oficina de arquitectos y me debía enfocar en mi estudio, sin abandonar mis compromisos laborares; por otra parte soy deportista de competencia, en la modalidad de voleyplaya, y fue muy duro tener que dejar de entrenar un semestre completo, debido al tiempo y la dedicación que le tenía que meter la competencia. Fue un semestre en el cual me esforcé mucho, que trasnochaba durante muchas noches y tenía un nivel muy alto de agotamiento, pero que disfrute y me los gocé al 100 %”, comentó el estudiante.
Las características bioclimáticas de la vivienda pueden replicarse en cualquier escenario urbano, cuenta con una iluminación natural y ventilación cruzada, además cuenta con espacios (jardineras) en la fachada que sirven como protección social y sistema de recolección de aguas lluvias que beneficia a cada residencia para actividades que no requieran agua potable como el riego de plantas, lavado y descargas sanitarias.
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“En cuanto a la replicabilidad de la vivienda, inicialmente la propuesta son una serie de torres con una plataforma que amarra los edificios generando un gran espacio central, con callejones, zonas verdes, y espacios para la dispersión social, conservando y conectando lotes existentes; esta propuesta urbana puede ser replicable en diferentes lotes de la ciudad”, comenta Harold Valderrama y afirma que para replicar el proyecto en cualquier escenario, se deben tener en cuenta los diseños planteados en la vivienda (planta libre) y la conformación de la estructura porticada que permitirán el crecimiento a futuro de los espacios.
Rehabilitando espacios urbanos
El proyecto “Estructuras sociales”, del estudiante Daniel Felipe Arias Echavarría, busca contribuir a la continuidad del espacio urbano y a la detonación de actividades en el espacio público intermedio entre un parqueadero contiguo al Museo de Antioquia que en conjunto forman un Área de Preservación de la Infraestructura (API) destinado para la ampliación futura del Museo de Antioquia.
De esta manera, se buscaba conectar una edificación con un edificio patrimonial para generar continuidad de un espacio urbano, y al mismo tiempo generar una conexión con la Plaza de Botero, el Museo de Antioquia, la Plaza de Zea y el sector de la Minorista.
La aplicación de técnicas como la modularidad en la estructura de soporte, que permite una reducción de tiempo y costos en la construcción; la individualización de estructuras acordes a las necesidades de los individuos; el respeto por la memoria y la importancia de destacar la extensión del Museo de Antioquia, la viabilidad al plantear un costo de $24.954.202 para generar una estructura básica con posibilidades de autoconstrucción y la pertinencia del proyecto al responder a la necesidad de vivienda en el Centro de Medellín; son algunas de las soluciones eficientes que plantea el proyecto.
“Me gustaría continuar desarrollando el proyecto, pero desde lo individual es muy complejo seguir desarrollándolo porque requiere de muchas instituciones y de más personas para seguir avanzando conceptual y técnicamente. Personalmente la experiencia fue muy enriquecedora, porque se pudo afianzar algunos conocimientos que se fueron adquiriendo en la academia, y realmente fue una experiencia muy buena, pero desafortunadamente no sé cómo seguirlo o cómo poder desarrollarlo”, puntualiza Daniel Felipe Arias Echavarría.
De acuerdo con el docente Alejandro Restrepo, profesor titular de la Facultad de Arquitectura y doctor en Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Técnica de Múnich- Alemania, a partir de la convocatoria de la organización Corona, se estableció el décimo semestre académico para que los estudiantes participaran del premio, “estuvimos con el arquitecto José Javier Castañeda Acero como profesor del curso, y conmigo como director, con la participación de 18 estudiantes, ellos desarrollaron unas propuestas urbanas en el centro de Medellín en un polígono comprendido entre la Plaza Botero hacia la parte occidental, es decir, hacia la Central Minorista”.
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Por. Melissa Jaramillo Sierra. Agencia de Noticias UPB
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