Alistar los alimentos para minimizar riesgos de salud

Los afanes de la vida cotidiana son uno de los principales factores desencadenantes de una inadecuada alimentación, y esto puede traer consigo consecuencias para la salud, como la aparición del sobrepeso, la obesidad y enfermedades no transmisibles: cardiopatías, diabetes y algunos cánceres, entre ellos, el de colon.

Para prevenir estos padecimientos podemos hacer cambios pequeños, pero significativos, desde antes de ingerir cualquier comida. Con esto nos referimos a la compra y conservación de los alimentos.

Una dieta saludable empieza por el mercado, su planeación y el alistamiento que hacemos de cada uno de los ingredientes. Estar atentos a estos primeros pasos, que los nutricionistas denominan preliminares, nos ayuda a tener mayor conciencia al momento de cocinar, para que esta sea una actividad práctica y eficiente.

Tomado de Giphy

Hacer el alistamiento del mercado nos permite conservar el alimento, alargar su vida útil y evitar que se eche a perder en su proceso regular de maduración. Aunque no lo parezca, incluso cuando la comida se ve, huele o sabe bien, puede ser huésped de bacterias patógenas, diferentes de las bacterias de descomposición que hacen que los alimentos "se dañen".

Así mismo, el alistamiento contribuye a una alimentación más saludable, ya que nos permite hacer una planeación cuidadosa de la dieta y preparar con anterioridad recetas balanceadas que no requieran mucha dedicación.

Así se evita el afán y la incertidumbre diaria frente al alimento, que nos hace recurrir a prácticas no recomendadas, como pedir un domicilio de comida chatarra, la cual, en el mediano y largo plazo, pueden incidir en el aumento de los niveles de azúcar en la sangre o causar sobrepeso y obesidad.

Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1.900 millones de adultos en el mundo tienen sobrepeso o son obesos.

Alistamiento paso a paso

Fotografía de Juan José Saldarriaga Pardo

Autor: Juan José Saldarriaga Pardo

Fotografía de Cristian David Martínez Posada

Autor: Cristian David Martínez Posada

Lavar, desinfectar y organizar son tres acciones puntuales que nos brindan grandes posibilidades a la hora de planificar las comidas. Toma nota de estas cinco recomendaciones para conservar correctamente los alimentos en casa. Recuerda que de ello dependerán las decisiones que tomes antes de cocinar en el día a día.

Cuenta con recipientes aptos para almacenar los alimentos, que conserven todas sus propiedades organolépticas, es decir, aquellas características físicas que pueden ser percibidas por los sentidos, por ejemplo: su sabor, textura, olor, color o temperatura. Se aconseja el uso de vidrio o plásticos seguros para la salud. Según la Agencia para la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos FDA, son aptos los marcados con el número 5 en la base porque están elaborados con polipropileno (PP).
Debes lavar y desinfectar los alimentos. Ambos pasos, aunque suenan similares no son lo mismo. Lavar implica retirar la suciedad superficial con agua y jabón; y desinfectar es remover carga microbiana, que no es visible a la vista, pero que puede afectar la salud. Entre las principales bacterias asociadas a los alimentos están la Salmonella, el Campylobacter, la Clostridium perfringens y el Bacillus cereus.

Estas bacterias causan síntomas como diarrea, fiebre, escalofríos y dolor abdominal, que pueden desencadenar intoxicaciones y gastritis aguda. También está la Listeria monocytogenes, causante de la listeriosis, enfermedad que, según estimaciones de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), lleva a cerca de 260 personas a la muerte cada año.
Para desinfectar los alimentos usa hipoclorito, con una pequeña cucharada diluida en un litro de agua será suficiente y apropiado. En esta mezcla se sumerge el ingrediente, previamente lavado, durante tres minutos, luego se pasa por agua limpia para remover el agente desinfectante, se seca y se almacena en la nevera.
Todas las frutas y verduras se pueden lavar y desinfectar, a excepción de los que estén pelados o partidos, ya que el agente desinfectante podría ingresar al alimento. No se recomienda lavar y desinfectar las carnes, ya que algunos de sus nutrientes son hidrosolubles, es decir, que se pierden al contacto con el agua; como tampoco el arroz por su fortificación, que es la adición de vitaminas y minerales que hace la industria de alimentos a este grano como contribución a la prevención de la anemia.

Si los agentes desinfectantes no se usan en las concentraciones indicadas, diluidas en agua, pueden causar riesgo a la salud por toxicidad.

Serie Alimentos que crecen. Autor: Samuel David Cepeda Palacio
Refrigera y congela inmediatamente los alimentos perecederos como carne, aves, mariscos, lácteos o huevos, los cuales no deben permanecer a temperatura ambiente por más de dos horas para evitar la proliferación de organismos patógenos.

Conservar correctamente los alimentos en casa es mucho más que una rutina, es la oportunidad de vivir a conciencia la alimentación y entender su importancia para la salud.